Cerca de 50 jefes de Estado y de Gobierno se reunen este jueves en Belem, ciudad amazonica de Brasil, para reafirmar el compromiso internacional frente al cambio climatico. La cumbre, marcada por la ausencia de Estados Unidos y por la necesidad de avanzar en los compromisos del Acuerdo de Paris, tendra lugar entre jueves y viernes y sirve de antesala a las negociaciones anuales de la ONU sobre clima (COP) que comienzan la proxima semana.
Entre los asistentes figuran el primer ministro britanico Keir Starmer y el presidente frances Emmanuel Macron. Grandes emisores como China e India enviaron delegaciones de menor rango, compuestas por ministros y viceministros de clima. Washington opto por no enviar delegacion; el texto menciona que el presidente Donald Trump califico la ciencia climatica como “una estafa”, lo que subraya la distancia de Estados Unidos respecto a la agenda ambiental global.
La eleccion de Belem, una ciudad de 1,4 millones de habitantes donde gran parte de la poblacion vive en barrios populares, genero controversia por las limitaciones de su infraestructura. Los elevados precios de los alojamientos y obras publicas sin terminar complicaron la llegada de delegaciones y de organizaciones no gubernamentales.
“La COP esta trayendo a Belem el reconocimiento que merece”, dijo Karol Farias, maquilladora de 34 anos, mientras recorria el mercado Ver-o-Peso, recientemente renovado.
Un contexto desafiante
Brasil busca que la cumbre sirva sobre todo para reafirmar la voluntad internacional de actuar ante la crisis climatica, mas que para cerrar un acuerdo concreto. No obstante, existen tensiones: la ausencia de Estados Unidos y la reciente autorizacion del gobierno brasileno para perforaciones petroleras cerca de la desembocadura del Amazonas complican el mensaje que quiere transmitir el pais anfitrion.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtio que limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 C respecto a niveles preindustriales esta ya fuera de alcance. Pese a ello, Brasil intenta posicionarse como mediador y promotor de una nueva etapa de accion climatica.
Los problemas logisticos persisten: muchas delegaciones aun buscan alojamiento. La presidencia de la COP30 informo que logro financiamiento externo para ofrecer alojamiento gratuito en tres buques a delegaciones de paises de bajos ingresos.
El contexto internacional anade dificultades: conflictos armados, disputas comerciales, recortes presupuestarios y un rechazo creciente a politicas verdes por parte de movimientos populistas. El mes pasado, un intento de reducir la contaminacion del transporte maritimo global fracaso tras la presion de Estados Unidos, segun el texto.
Ante esa situacion, Carolina Pasquali, directora ejecutiva de Greenpeace Brasil, insto a los lideres en Belem a actuar con determinacion desde el buque Rainbow Warrior, anclado en el puerto local.
“Basta de hablar”
El gobierno brasileno presento la cumbre como un espacio de rendicion de cuentas y no solo de anuncios. “Basta de hablar, ahora tenemos que implementar lo que ya discutimos”, afirmo el presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
Lula impulsa la creacion de un fondo global que compense a los paises tropicales por proteger sus selvas y busca que la cumbre priorice la adaptacion al cambio climatico, una demanda central de las naciones mas vulnerables.
“Esto no es caridad, es una necesidad”, dijo Evans Njewa, diplomatico de Malaui y presidente del bloque de Paises Menos Adelantados, al reclamar mayor financiamiento climatico. Estas naciones piden detalles sobre como aumentar los fondos hasta 1,3 billones de dolares anuales para 2035, cifra que consideran esencial para atender las necesidades del mundo en desarrollo.
Los anfitriones tambien afrontan la presion por el fracaso colectivo en limitar el calentamiento a 1,5 C: segun estimaciones internacionales, incluso si se cumplen plenamente los compromisos actuales, la temperatura podria aumentar 2,5 C hacia finales de siglo.
“Para muchos de nuestros paises, no podremos adaptarnos si se supera el umbral de dos grados”, advirtio Ilana Seid, diplomatica de Palaos y presidenta de la Alianza de Pequenos Estados Insulares.
El gobierno brasileno pretende proponer una “hoja de ruta para reducir el uso de combustibles fosiles”, aunque Lula reconocio que se trata de “una conversacion dificil”.
En un contexto de promesas incumplidas y crecientes divisiones, la cumbre de Belem busca mantener vivo el compromiso climatico global; el reto es convertir las declaraciones en acciones concretas que eviten nuevos aumentos de la temperatura planetaria.
(Con informacion de AFP)
