Arropado entre las montanas del centro del Libano, el Monasterio de San Maron acelera los preparativos para la visita del papa Leon XIV a comienzos de diciembre. Sera la primera vez que un pontifice visite este conjunto, que alberga la tumba del santo mas venerado del pais.
Mientras excavadoras renuevan el asfalto en la carretera de acceso, un equipo de trabajadores instala nueva iluminacion y realiza reparaciones en la tumba de san Charbel, un ermitano nacido en 1828 al que se atribuyen decenas de miles de milagros, incluso fuera del Libano.
“La visita del papa a este lugar es para animarnos a seguir el estilo de vida de San Charbel, porque el vivio la Biblia, no hablo mucho (…) Con la visita del papa creo que estamos llamados a vivir la Biblia mas que a hablar de la Biblia, a encarnar la palabra en nuestro modo de vida”, explica a EFE el padre John Semaan.
El santo por excelencia
Semaan, uno de los 14 monjes que actualmente residen en el complejo maronita, subraya la importancia de este recinto para los cristianos de Oriente Medio. El monasterio cuenta con dos iglesias, la tumba y un museo que conserva desde habitos hasta ataudes vinculados a san Charbel.
Segun relata, desde su fallecimiento en 1898 hasta su canonizacion en 1965 el cuerpo del monje fue trasladado en varias ocasiones, porque “durante todo ese tiempo de su cuerpo salian sangre y agua” y sus restos permanecieron sin corrupcion, segun la tradicion local.
Presente en estatuas, pinturas y altares callejeros por todo el Libano, san Charbel acumula numerosos milagros que la congregacion documenta, en muchos casos a partir de correos electronicos de quienes aseguran haber sido beneficiados.
A poca distancia del monasterio se conserva tambien la ermita donde el religioso paso 24 anos en vida contemplativa, anade el padre.
“Muchos papas vinieron a visitar el Libano, pero este es el primero que vendra a visitar la tumba de san Charbel, lo que supone un evento muy unico para nosotros”, senala Semaan.
“Ahora mismo estamos restaurando la tumba para la visita del papa. Estamos preparando este sitio para acoger a mas gente, porque hay muchas personas que quieren venir y participar en esta ceremonia”, explica, y aclara que el espacio pequeno de la tumba solo permite entre 120 y 150 personas.
El resto del monasterio permanecera abierto y se organizara por zonas para recibir a los asistentes sin que se produzca desorden.
Semaan, que se siente particularmente cercano al papa Leon XIV porque ambos estudiaron con la orden agustiniana, dice que duda poder saludarle dado el breve tiempo previsto para la visita a San Maron, apenas una hora.
“Como comunidad, le estaremos esperando cerca de la tienda de souvenirs para cuando baje, pero luego no estaremos alli porque hay otra gente que le quiere ver. Asi que no se si tendremos la oportunidad de hablar con el, pero es importante que vaya a pasar por delante”, anade.
Nuestra Senora del Libano
Miles de fieles se congregan en el monasterio cada dia 22 del mes, fecha vinculada a uno de los milagros mas importantes atribuidos a san Charbel. Otros visitantes acuden a cualquier hora para rezarle, como Nahi, que visita el santuario al menos una vez al mes.
“Es una figura santa muy importante para nosotros, nos hace un monton de milagros y le rezamos todos los dias. Cuando estamos tristes o sentimos que necesitamos algo en nuestra vida, venimos aqui al templo y le pedimos”, comenta la devota a EFE.
Mientras San Maron se prepara para recibir a un papa ante la tumba de su santo mas emblematico, el Santuario de Nuestra Senora del Libano, mas al sur, ultima tambien los detalles para repetir como parada en la visita papal.
El pontifice visitara el 1 de diciembre ese santuario mariano, fundado en 1908.
“Desde entonces, la gente ha seguido viniendo al santuario y se ha convertido en un lugar de peregrinaje nacional, primero para todos los libaneses y despues para el mundo, ya que en aquel tiempo tambien fue el unico santuario de la Virgen Maria en Oriente Medio”, explica a EFE su rector, padre Khalil Alwan.
Alwan detalla que hace dos meses comenzaron a arreglar e iluminar la carretera en preparacion para la visita y que conformaron un comite para distribuir las 2.500 invitaciones destinadas a los asistentes seleccionados.
Relata ademas que desempeno un papel similar durante la visita de Benedicto XVI al Libano en 2012.
“Yo era entonces el rector del santuario y el quiso celebrar un sacrificio divino de manera especial en el templo, antes de irse a Beirut (…) Fui lo suficientemente afortunado como para participar con su santidad el papa en esta misa festiva en el Santuario de Nuestra Senora del Libano”, concluye Alwan.
(con informacion de EFE)
