China ha endurecido su postura frente a Japon y se dispone a bloquear nuevamente la entrada de productos del mar japoneses. Dos altos funcionarios japoneses confirmaron que Pekin comunico de forma informal esa decision tras dias de tension entre ambos paises, lo que supone un impacto comercial importante y una senal de que la disputa bilateral ha entrado en una fase mas severa.
El conflicto se desencadeno por unas declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, quien afirmo este mes que un ataque chino a Taiwan que pusiera en riesgo la supervivencia de Japon podria justificar una respuesta militar. Pekin exigio una rectificacion inmediata, amenazo con “contramedidas severas y resolutas” y recomendo a sus ciudadanos evitar viajar a Japon, provocando cancelaciones masivas de vuelos y reservas.
La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, evito hablar de un veto formal, pero dejo claro el enfriamiento de las relaciones: “Incluso si los productos marinos japoneses entran a China, no encuentran mercado en las circunstancias actuales”, declaro. Tokio senalo que no habia recibido una notificacion oficial, aunque el Ministerio de Agricultura japones aseguro que China comunico que los controles vigentes “no son suficientes”.
El trasfondo tecnico hace referencia a la liberacion controlada de aguas tratadas de la central de Fukushima en 2023, aprobada por la Agencia Internacional de Energia Atomica, pero la disputa actual tiene un caracter esencialmente politico mas que sanitario.
Para Japon, la posible prohibicion supone un retroceso significativo: antes de las restricciones de 2023, China compraba mas de una quinta parte de las exportaciones japonesas de pescado y marisco y era el principal mercado de vieiras. La reapertura parcial del mercado permitio que casi 700 empresas solicitaran reanudar envios, aunque solo tres obtuvieron permiso. El bloqueo anunciado frustra esas expectativas y aumenta la incertidumbre del sector.
El deterioro tambien afecta al turismo: decenas de aerolineas chinas ofrecen reembolsos en rutas a Japon y se calculan alrededor de 500.000 reservas canceladas recientemente, un golpe relevante para una economia con signos persistentes de debilidad. Segun el World Travel & Tourism Council, el turismo representa cerca del 7% del PIB japones y los visitantes chinos suponen aproximadamente el 20% del total.
Las tensiones han alcanzado ademas el intercambio cultural y academico: un encuentro de expertos previsto en Pekin fue pospuesto, una actividad de amistad en Hiroshima fue cancelada y se suspendieron actuaciones, estrenos de cine y eventos de artistas japoneses en China, con varias cancelaciones atribuidas a “fuerza mayor”.
En las redes sociales chinas, figuras japonesas con presencia publica intentan mitigar reacciones nacionalistas mostrando apoyo al principio de “Una sola China”; por ejemplo, la cantante MARiA califico a China como “un segundo hogar”. Estas declaraciones buscan reducir la presion de una ola de nacionalismo digital que ha ido en aumento.
El Gobierno japones tambien ha reaccionado: recomendo a sus ciudadanos en China extremar precauciones y evitar grandes concentraciones tras mensajes hostiles desde medios y portavoces oficiales chinos dirigidos a Takaichi. Tokio mantiene que las palabras de la primera ministra reflejan la postura oficial de que un ataque a Taiwan afectaria directamente la seguridad nacional japonesa, por lo que un deshielo inmediato parece improbable. Mientras tanto, la disputa se amplia a ambitos economicos, sociales y culturales, dejando a ambos paises en una espiral de tensiones mas alla del desencadenante puntual.
