Estados Unidos ha dejado atras la via estrictamente diplomatica y pretende declarar al llamado Cartel de los Soles -y, por extension, a Nicolas Maduro y a su entorno- como organizacion terrorista extranjera. Se trata de una medida politica, legal y con implicaciones militares sin precedentes contra un regimen que muestra fracturas internas crecientes.
La medida, que puede aplicarse sin la aprobacion del Congreso, ubica a Nicolas Maduro, Diosdado Cabello y a altos mandos militares relacionados con el narcotrafico en la categoria de objetivos hostiles. Es la escalada mas significativa en 25 anos de confrontacion politica entre Washington y Caracas.
En la memoria regional pesa el precedente de Panama en 1989. Estados Unidos, segun su diagnostico, agoto la via diplomatica desde 2019 al exigir elecciones libres y respeto a los derechos humanos, demandas que no se cumplieron. El fraude del 28 de julio de 2024 marco, segun esta lectura, una ruptura definitiva: dentro de la Fuerza Armada hay sectores que ya no estan dispuestos a arriesgar la vida por un mandato considerado ilegitimo.
La proteccion militar que sostuvo al regimen durante anos muestra senales de desgaste: muchos oficiales, aunque mantienen la obediencia, no estan dispuestos a morir por lo que perciben como un fraude.
Las operaciones militares y despliegues estadounidenses en el Caribe, incluidas intervenciones recientes contra embarcaciones venezolanas, indican que la Casa Blanca no tolerara que un Estado convertido en plataforma criminal represente una amenaza para la region. En ese marco, la paciencia estrategica se considera agotada.
Segun declaraciones de Donald Trump, “Maduro quiere hablar”. The New York Times, citando fuentes con conocimiento del asunto, sostuvo que Maduro habria ofrecido dos anos mas en el poder a cambio de permitir la llegada de empresas estadounidenses para explotar petroleo, gas y minerales.
Sin embargo, la administracion de Trump ha mantenido su postura: priorizar una salida negociada antes de que el conflicto escale a un punto de no retorno. Para Washington, la alternativa seria facilitar una transicion ordenada o imponer un aislamiento total del regimen.
El fin de semana pasado hubo una reunion de emergencia en Miraflores con los altos mandos militares, los hermanos Rodriguez y Diosdado Cabello, entre otros. En el entorno presidencial reina la desconfianza, lo que ha llevado a reforzar la seguridad con agentes de la contrainteligencia cubana, descritos por el propio Maduro como “inquebrantables”.
Washington, en su discurso publico, no busca dialogos meramente cosmeticos. Mientras Diosdado Cabello insiste en consignas de resistencia, el regimen aparece mas dividido, vulnerable y preocupado. La posible designacion como organizacion terrorista no seria solo simbolica, sino el preludio de decisiones que podrian redefinir el futuro inmediato de Venezuela. En este contexto, Maduro ya no solo enfrenta a la oposicion politica: enfrenta el factor tiempo, y segun quienes analizan la situacion, ese tiempo se ha agotado.
