No aparecen siempre en las listas de grandes amenazas naturales, pero los volcanes poco conocidos y con escaso monitoreo pueden provocar la proxima crisis global. Fuera del foco mediatico, estos volcanes silenciosos permanecen ocultos hasta que una erupcion cambia paisajes y vidas sin aviso.
Volcanes invisibles, riesgos latentes
Mike Cassidy, de la School of Geography, Earth and Environmental Sciences de la Universidad de Birmingham, sostiene en The Conversation que la mayor amenaza volcanica global no esta en nombres mediaticos como el Etna o Yellowstone, sino en volcanes de bajo perfil ubicados cerca de areas densamente pobladas y con vigilancia minima. En partes del Pacifico, Sudamerica e Indonesia, se observan erupciones de volcanes sin antecedentes historicos cada 7 a 10 anos, lo que pone en duda la eficacia de los sistemas de alerta actuales.
Un ejemplo ilustrativo es el Hayli Gubbi, en Etiopia: en noviembre de 2025 experimento su primera erupcion registrada en mas de 12.000 anos; la columna de ceniza supero los 13 kilometros y el material llego hasta Yemen, obligando a desviar vuelos en el norte de India. La ausencia de monitoreo previo mostro la vulnerabilidad de esas regiones, donde el peligro solo se reconoce cuando ya es ineludible.
Consecuencias locales, crisis globales
Cassidy explica que una erupcion puede comenzar como una emergencia local y transformarse rapidamente en una amenaza internacional. El caso de El Chichon (Mexico, 1982) es paradigmatico: tras siglos de inactividad y sin senales claras, la erupcion devasto bosques, destruyo viviendas y desplazo a mas de 20.000 personas; la ceniza alcanzo Guatemala y el saldo supero las 2.000 muertes, convirtiendose en uno de los desastres volcanicos mas graves de la historia reciente del pais.
Mas alla del dano inmediato, la inyeccion de particulas a la atmosfera modifico la radiacion solar, enfrio temporalmente el hemisferio norte y altero el monzon africano, contribuyendo a sequias en el este de Africa. Segun Cassidy, esa cadena de efectos favorecio una hambruna que pudo causar cerca de un millon de muertos. Un evento local, poco visible en su origen, llego a desestabilizar la seguridad alimentaria y provocar crisis sociales de gran escala.
El sesgo en la investigacion cientifica
La atencion y los recursos destinados a ciertos volcanes siguen sesgos humanos e institucionales. El “sesgo de normalidad” lleva a considerar seguras las zonas sin actividad reciente, mientras que la notoriedad mediatica concentra inversion en el monitoreo de unos pocos conos volcanicos. Asi se generan vacios en conocimiento y en politicas de prevencion, incluso donde millones de personas viven expuestas a volcanes que los sistemas de alerta no detectan.
Un dato revelador citado por The Conversation es que existen mas investigaciones sobre el Etna que sobre los 160 volcanes activos de Indonesia, Filipinas y Vanuatu juntos, pese a que esas regiones contienen algunas de las mayores poblaciones en riesgo. La falta de registros historicos y de datos tecnicos limita la capacidad de anticipar eventos y organizar evacuaciones eficaces, ampliando el impacto cuando los volcanes despiertan.
Vulnerabilidad de las regiones olvidadas
En America Latina, el sudeste asiatico, Africa y el Pacifico, el crecimiento urbano cerca de volcanes con escaso monitoreo aumenta la exposicion al riesgo. Muchas comunidades carecen de infraestructura adecuada, sistemas de alerta y planes de evacuacion; la falta de recursos y la limitada cobertura cientifica dejan a millones a merced de erupciones imprevistas. La escasez de datos fiables y la debil comunicacion de alertas agravan la situacion, especialmente donde existen desigualdades tecnologicas.
Aunque la gestion de emergencias ha avanzado en casos como Pinatubo (Filipinas), Merapi (Indonesia) o La Soufriere (San Vicente), la mayoria de los volcanes activos permanece fuera del radar. El cambio climatico anade imprevisibilidad al escenario, complicando la recuperacion y la planificacion preventiva a mediano plazo.
Preparacion y respuesta: una brecha global
Para Cassidy, reducir los riesgos exige cooperacion internacional, intercambio cientifico e inversion sostenida en prevencion y monitoreo. Iniciativas como la Global Volcano Risk Alliance buscan cerrar brechas mediante capacitacion, transferencia de tecnologia, instalacion de nuevos sensores y mejora de sistemas de alerta en comunidades vulnerables.
Pero la respuesta tecnica debe complementarse con educacion publica, protocolos claros de evacuacion y fondos de emergencia adaptados a cada contexto. Aprender de experiencias pasadas, colaborar entre organismos regionales e integrar saberes locales son elementos esenciales para anticipar y mitigar futuros episodios.
Un llamado urgente: anticipar la sorpresa
El analisis de Cassidy advierte que la mayor falla seria ignorar estos riesgos por no ser visibles. Solo la preparacion, la vigilancia activa y la cooperacion global pueden evitar que un volcan olvidado desencadene una nueva crisis humanitaria y ambiental. La historia reciente muestra que ninguna region esta completamente a salvo de una erupcion inesperada; el desafio es reconocer esa vulnerabilidad y actuar en consecuencia.
