Jairo Castro contó que su hijo, Kenny Castro, entrena junto a su papá y a otros compañeros en la Sociedad de Fomento Santa Ana, ubicada en Alejandro Korn. Según su relato, la actividad deportiva en ese espacio comunitario forma parte de la rutina familiar y se desarrolla en un ambiente de compañerismo donde participan diferentes generaciones. La presencia de los padres, en este caso del propio padre de Kenny, refuerza la idea de que el deporte se vive como una actividad compartida y diaria, no solo individual.
En la Sociedad de Fomento Santa Ana, comenta Jairo, las prácticas buscan combinar el desarrollo físico con valores colectivos: respeto, esfuerzo y cooperación. Entrenar con familiares y amigos facilita la continuidad y la motivación, ya que los participantes se apoyan mutuamente y comparten objetivos comunes. Este tipo de entorno comunitario suele ofrecer además la posibilidad de incorporar a niños y adultos en programas adaptados a distintas edades y niveles de experiencia, lo que favorece la inclusión.
Jairo también destacó la importancia del espacio comunitario para la formación de hábitos saludables. Las sesiones de entrenamiento, descritas como constantes y variadas, contribuyen tanto al bienestar físico como al equilibrio emocional de quienes asisten. La regularidad en la práctica ayuda a establecer disciplina y responsabilidad, aspectos que se trasladan a otras áreas de la vida cotidiana, como la escuela o el trabajo.
La convivencia en la Sociedad de Fomento Santa Ana no se limita al terreno de juego. Según lo contado por Jairo, el club funciona como un punto de encuentro social donde se fortalecen vínculos entre familias del barrio. Las actividades colectivas permiten a los vecinos conocerse, coordinarse y crear una red de apoyo. Esto es especialmente valioso en localidades como Alejandro Korn, donde los espacios comunitarios juegan un papel central en la vida social y cultural.
Además, el hecho de que los entrenamientos se realicen en un marco familiar potencia la transmisión de hábitos positivos entre generaciones. Ver a un padre entrenando con su hijo refuerza modelos de conducta y demuestra que el deporte puede ser una herramienta educativa y de integración. Para los jóvenes, la presencia de referentes cercanos facilita la adopción de rutinas saludables; para los adultos, representa una oportunidad de acompañar y potenciar el desarrollo de sus hijos.
En síntesis, según el testimonio de Jairo Castro, la práctica deportiva de Kenny en la Sociedad de Fomento Santa Ana de Alejandro Korn se enmarca en una experiencia comunitaria y familiar que promueve la salud, la disciplina y la convivencia. El club aparece así como un espacio clave para fortalecer lazos sociales y fomentar hábitos positivos entre los vecinos.
