Una ola de repudio recorrió las redes sociales tras el ataque a la estatua de Lionel Messi en Mar del Plata. El homenaje al capitán de la Selección Argentina, ubicado en un punto céntrico de la ciudad, apareció totalmente destruido durante la madrugada.
La figura, que representa a Messi levantando la Copa del Mundo y está situada en la intersección de Moreno y Santa Fe, fue hallada con las piernas seccionadas y otros daños. No es la primera vez que sufre vandalismo: hace poco más de un año el busto había sido decapitado en un episodio similar.
La escultura fue instalada originalmente en 2018 por un restaurante ubicado enfrente, en homenaje al equipo argentino tras el Mundial de Rusia. Fue reconstruida en 2024 tras la consagración argentina en el Mundial de Qatar, lo que reafirmó su valor simbólico para la ciudad y los aficionados.
El ataque se produjo en un contexto de tensión en el fútbol argentino, marcado por una disputa pública entre el Gobierno nacional y la AFA, controversias arbitrales en Primera y en el Ascenso, la consagración de Rosario Central como campeón de Liga y la sanción a Estudiantes.
