La llegada de El niño que nunca existió a la programación de Europa Europa supone un hito para la ficción irlandesa contemporánea. Se trata de una miniserie basada en la novela de Karen Perry, protagonizada por Colin Morgan y Toni O’Rourke, que se estrena el martes 2 de diciembre a las 22:00 (Arg). La producción plantea un drama de suspense psicológico centrado en la pérdida y la búsqueda de la verdad.
La historia comienza en Essaouira, Marruecos, donde los artistas irlandeses Harry y Robin Lonergan intentan adaptarse a la vida como padres de su hijo Dillon. Viven en un pequeño piso prestado por su amigo Cosmo hasta que un terremoto provoca la desaparición del niño. En medio del desastre, Harry trata de rescatar a Dillon pero solo encuentra escombros; a partir de ahí se desencadena una búsqueda que pone a prueba su estabilidad mental, la relación de la pareja y la confianza entre ellos, según explicó Tristan Orpen Lynch, productor ejecutivo de Subotica, a Deadline.
Tres años después, la pareja vive en Dublín intentando rehacer su vida. Mientras Robin intenta conmemorar lo que habría sido el sexto cumpleaños de Dillon, Harry sigue atrapado en el duelo. La situación cambia cuando Harry cree ver a su hijo en una estación de tren, lo que reaviva su obsesión. Robin toma decisiones controvertidas, como borrar en secreto imágenes de CCTV que podrían confirmar o refutar la visión de su esposo. Orpen Lynch ha descrito la serie como una exploración directa del dolor y la obsesión, sin sentimentalismos, y fiel al espíritu del libro.
Toni O’Rourke, que interpreta a Robin, afirmó en entrevista con What To Watch que el proyecto le atrajo por la intensidad emocional y la forma realista en que aborda el duelo. Comentó que el equipo trabajó con el objetivo de contar la historia de la mejor manera posible y que el resultado es doloroso y conmovedor. También destacó la complejidad de su personaje: una madre con un secreto devastador que, tres años después, afronta la posibilidad de un nuevo embarazo mientras siguen las preguntas sin respuesta en la pareja.
El rodaje se realizó en Marruecos e Irlanda, lo que supuso retos logísticos y narrativos al alternar distintas líneas temporales y escenarios. O’Rourke señaló la presión durante la filmación, en especial en las escenas del terremoto, y recordó que conoció a Colin Morgan apenas cuarenta y ocho horas antes de empezar a rodar en Marruecos; su primera escena juntos era una secuencia tensa, pero ambos fueron construyendo una química natural que quedó en pantalla.
El reparto incluye a Simon Callow en el papel de Cozimo, el amigo cercano que afirma haber visto a Dillon con vida. O’Rourke valoró el talento y la energía de Callow y destacó que su presencia fue importante para la dinámica del equipo durante el rodaje.
El estreno en la televisión pública irlandesa RTÉ alcanzó una cuota de pantalla del 30%, triplicando la audiencia de sus competidores en la misma franja horaria, según datos de Nielsen citados por RTÉ y recogidos por Deadline. Las críticas han sido mayoritariamente favorables, y el equipo productivo se mostró satisfecho con las reseñas y la reacción en línea, subrayando la importancia de disponer de material creativo sólido en un mercado orientado a las series limitadas.
Emitida semanalmente en Europa Europa desde el 2 de diciembre, la serie plantea una combinación de suspense y drama psicológico centrada en el miedo a perder a un hijo y en la delgada línea entre la memoria y la cordura. Orpen Lynch explicó que la idea parte del temor visceral que siente cualquier progenitor cuando pierde de vista a su hijo, aunque sea por un instante. La producción, que también cuenta con la actriz finlandesa Milka Ahlroth, se presenta como una opción dirigida a quienes buscan un drama exigente y absorbente.
