Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvieron este martes una conversación telefónica en la que acordaron intensificar la cooperación bilateral contra el crimen organizado. La presidencia brasileña informó que la llamada duró 40 minutos y también abordó asuntos comerciales, entre ellos la eliminación de aranceles estadounidenses sobre productos brasileños.
Durante la conversación, Lula destacó operaciones policiales de Estados Unidos que han permitido identificar ramificaciones de organizaciones criminales con actividades fuera del país. Washington desarrolla una ofensiva en el Caribe contra embarcaciones sospechosas de estar vinculadas al narcotráfico, una estrategia que además aumenta la presión internacional sobre el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Análisis de imágenes satelitales verificados por The New York Times indican que buques de guerra estadounidenses han realizado maniobras cercanas a la costa venezolana, en zonas alejadas de las principales rutas del narcotráfico.
En ese marco, el presidente brasileño subrayó la necesidad urgente de reforzar la colaboración con Estados Unidos para combatir el crimen organizado internacional y describió medidas del gobierno federal para debilitar financieramente a esas redes. Trump, según el comunicado del Palacio de Planalto, expresó “plena disposición a colaborar con Brasil” y respaldó iniciativas conjuntas en esta materia.
En lo comercial, Lula pidió la eliminación de los aranceles sobre productos brasileños. Valoró como positiva la decisión reciente de Estados Unidos de retirar un gravamen adicional del 40% sobre carne, café y frutas de origen brasileño, pero advirtió que aún hay otros productos sujetos a aranceles que deben ser negociados. La presidencia destacó que Brasil busca avanzar con rapidez en esas conversaciones bilaterales.
Además de los aranceles generales de entre 10% y 15% que Trump aplicó a casi todos los países, en el caso de Brasil se había añadido un recargo del 40% a gran parte de sus exportaciones, en represalia por la condena a veintisiete años de prisión por intento de golpe contra el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
Brasil mantuvo prácticamente congeladas sus relaciones con Estados Unidos desde el regreso de Trump al poder en enero. Esa situación empezó a cambiar tras la última Asamblea General de la ONU, donde ambos presidentes tuvieron un breve encuentro y señalaron haber tenido “química” personal, algo que volvió a notarse en la reunión que sostuvieron en Malasia.
Desde entonces, equipos de los dos gobiernos negocian una posible revisión de los aranceles impuestos a Brasil, país que, según datos oficiales, registra un déficit comercial con Estados Unidos en los últimos quince años. En ese contexto, los mandatarios acordaron retomar el diálogo en el futuro para monitorear el avance de las iniciativas de cooperación en seguridad y comercio. (Con información de AFP)
