Lissa Vera sufrio un episodio de tension cuando su boton antipanico dejo de funcionar durante la madrugada. El dispositivo, que le fue entregado como medida de proteccion tras un violento enfrentamiento con el novio de Lourdes Fernandez y en el contexto de un episodio previo de secuestro y maltrato por parte de su ex pareja, dejo de emitir la senal periodica que envia a la central policial.
Segun conto, todo ocurrio mientras dormia en su casa y la conexion a internet se habria cortado, lo que impidio que el dispositivo cumpliera su funcion. Mas tarde encontro un llamado perdido y un mensaje de la policia preguntandole si estaba bien, ya que el sistema habia perdido su rastro y habia activado el protocolo de emergencia. La primera tentativa de localizacion no tuvo exito, pero la reaccion de las autoridades fue rapida una vez detectada la interrupcion.
Vera explico que el boton manda senales constantes para confirmar que la usuaria esta fuera de peligro; al no recibirse esas actualizaciones, se genera una alerta que obliga a la policia a comunicarse y verificar la ubicacion. El incidente puso de relieve la importancia y los limites de este tipo de mecanismos de seguridad, asi como la repercusion emocional de una falla en un dispositivo pensado para proteger a personas en riesgo.
