1 de diciembre de 2025
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Tension entre el gobierno de Meloni y el presidente de Italia

Un conflicto institucional inedito ha tensado la politica italiana en las ultimas 48 horas. La relacion entre el Gobierno de la primera ministra de derecha Giorgia Meloni y la Presidencia de la Republica, liderada por Sergio Mattarella, paso de una convivencia relativamente tranquila a una confrontacion publica tras la difusion de una conversacion privada escuchada en un restaurante y publicada por un diario proximo al Ejecutivo.

Para valorar la dimension del incidente es preciso recordar la distribucion de funciones en Italia: el Ejecutivo, con sede en el Palacio Chigi, dirige la politica de Gobierno, mientras que el Presidente de la Republica, desde el Quirinal, tiene un papel de arbitro constitucional y garante de la estabilidad institucional. Habitualmente el jefe del Estado evita involucrarse en la lucha politica cotidiana, pero esta vez esa norma se ha visto alterada.

El episodio comenzo con una nota en La Verita que reproducia comentarios atribuidos a Francesco Saverio Garofani, asesor de Defensa del presidente Mattarella y exdiputado del Partido Democratico. Segun esa cronica, Garofani habria comentado en voz alta la dificultad de articular una alternativa politica a Meloni, sugiriendo que solo la conformacion de una nueva lista civica de centroizquierda antes de las elecciones de 2027 podria alterar su consolidacion en el poder.

Garofani despues relativizo sus palabras, calificandolas de “charlas entre amigos” y negando cualquier intento conspirativo. Pese a ello, la reaccion de Hermanos de Italia (FdI), el partido de la primera ministra, fue inmediata y coordinada, alimentando la controversia.

Ofensiva oficialista, reaccion del Quirinal y silencio de Meloni

La protesta mas visible la encabezo Galeazzo Bignami, jefe del grupo parlamentario de FdI en la Camara de Diputados, quien exigio una rectificacion oficial y advirtio que la falta de una desmentida favoreceria la tesis de una maniobra desde la Presidencia para obstaculizar al Gobierno. Bignami, hombre de confianza de Meloni, es una figura con historial de polemicas publicas.

La Presidencia respondio saliendo de su habitual reserva y expreso su “estupor” ante las insinuaciones, calificando las sugerencias de un plan dirigido desde el Quirinal como exageradas y carentes de fundamento. Fuentes presidenciales citadas por la prensa mostraron irritacion por lo que consideran una utilizacion politica de una conversacion privada sin relevancia institucional.

Un elemento que agravo la situacion fue la ausencia de una llamada aclaratoria de la primera ministra a Mattarella durante las primeras jornadas del choque, una omision que rompio una practica institucional habitual en Italia. Aunque miembros del Gobierno aseguraron publicamente su confianza en la “lealtad institucional” del presidente, en privado la coalicion permitio que la narrativa de un supuesto complot se difundiera entre sus seguidores, alimentando la percepcion de confrontacion entre el Ejecutivo y otras instancias del Estado.

La batalla por el 2029

La disputa plantea una pregunta estrategica: por que un Gobierno con mayoria y sin adversarios inmediatos confronta a la figura presidencial? La clave parece residir en la sucesion al Quirinal. El mandato de Mattarella vence en 2029 y el presidente en ese momento sera elegido por el Parlamento resultado de las elecciones de 2027.

En el sistema italiano, el control de las camaras tras los comicios legislativos condiciona la capacidad de designar al proximo jefe del Estado, cuyo mandato dura siete anos. Esa perspectiva convierte la eleccion presidencial en un objetivo central de calculo politico para los partidos.

En algunos sectores de la derecha existe la conviccion historica de que la Presidencia ha intervenido en el pasado para frenar gobiernos conservadores y favorecer alternativas tecnicas o progresistas. Desde esa optica, debilitar al entorno de Mattarella ahora podria servir para reducir su margen de maniobra y preparar el terreno para un eventual sucesor mas afin.

El analista Massimo Franco, del Corriere della Sera, interpreta el episodio como algo mas que un simple error tactico: lo describe como una provocacion destinada a presentar al Quirinal como un actor que actua en favor de la oposicion. Franco advierte que, aunque la ofensiva pueda parecer desordenada, contiene la intencion de cuestionar el papel institucional del presidente.

Para Franco, la iniciativa revela, paradojicamente, la inseguridad de una mayoria que se siente fuerte: una maniobra torpe que, en su opinion, resulta irresponsable porque erosiona la confianza en las instituciones para consumo politico de la base mas radical del Gobierno.

El choque llego apenas un dia despues de que Mattarella y el Gobierno mostraran unidad sobre un asunto clave -el respaldo militar a Ucrania en el marco del Consejo Supremo de Defensa-, un area donde hasta ahora habia existido una sintonia notable entre la primera ministra y el presidente.

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