Al girar una copa de vidrio calado romano en una sala del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, la profesora Hallie Meredith, de la Universidad Estatal de Washington, comprobo que los simbolos abstractos tallados en estas piezas no eran simples adornos: funcionaban como marcas de taller que identificaban colectivamente a los artesanos que las fabricaron.
Este descubrimiento, publicado en el Journal of Glass Studies, redefine la comprension de la produccion artesanal en la Antiguedad tardia y aporta nuevas claves sobre la identidad y la organizacion de quienes elaboraban estos objetos de lujo.
Cronologia de un hallazgo unico
En febrero de 2023, Meredith -especialista en historia del arte y experimentada sopladora de vidrio- examino en el museo una coleccion privada de copas diatreta, vasos de vidrio calado. Al inspeccionar el reverso de una pieza observo simbolos tallados -rombos, hojas, cruces- junto a inscripciones que deseaban larga vida a sus propietarios.
Segun la Universidad Estatal de Washington, ese hallazgo motivo una investigacion amplia que rastreo estos signos en otras vasijas similares y revelo un lenguaje visual compartido entre los vidrieros romanos de los siglos IV a VI d.C.
Durante mas de doscientos cincuenta anos muchos estudiosos consideraron esos motivos como meras decoraciones o “marcas de parada” que enmarcaban inscripciones. Sin embargo, el analisis detallado liderado por Meredith mostro que se trata de una forma de escritura imagistica, donde los signos funcionan como imagenes con valor identificador.
Gracias a ese enfoque fue posible reconocer dos vasijas con simbolos identicos y una tercera con un diseno muy parecido, lo que constituyo evidencia clara de la existencia de marcas de taller compartidas entre los fabricantes de diatretas.
El estudio subraya que el alcance de estos signos va mas alla de lo ornamental. Meredith explico a la Universidad Estatal de Washington que “no eran autografos personales, sino el equivalente antiguo de una marca colectiva”.
La repeticion de simbolos abstractos -en lugar de iniciales- y su aparicion en piezas procedentes de distintas regiones y periodos apuntan a formas de identificacion colectiva, descartando la idea de autoria individual. Estos signos funcionaban como logotipos de talleres, ayudando a distinguir producciones regionales y a revelar la organizacion del trabajo artesanal en la Roma tardia.
La elaboracion de copas diatreta exigia la colaboracion de equipos especializados. Segun la Universidad Estatal de Washington, el proceso partia de un bloque de vidrio de paredes gruesas que se tallaba en dos capas concentricas unidas por finos puentes; las operaciones de corte y pulido podian prolongarse semanas o meses e implicaban grabadores, pulidores y aprendices.
El Journal of Glass Studies destaca que la presencia de simbolos abstractos en vez de iniciales refuerza la hipotesis de que estas marcas representaban colectivos y talleres mas que a un unico maestro artesano.
La distribucion geografica de estas marcas es significativa: el articulo documenta ejemplos de vasijas caladas con signos similares en Colonia (Alemania), Autun (Francia), Montenegro y Hungria, ademas de piezas en colecciones privadas de Nueva York.
De los cerca de 100 vasos calados conocidos, alrededor de 70 conservan inscripciones o decoraciones; unas 30 presentan inscripciones legibles y solo siete incluyen un simbolo abstracto calado. En mas del 70% de estos ultimos se observa la asociacion de un nombre inscrito con un simbolo, lo que sugiere que la marca de taller pudo servir como identificador regional o incluso como forma primitiva de publicidad.
Reconocer estas marcas como firmas colectivas abre nuevas vias para la investigacion arqueologica y social sobre la artesania romana. Meredith afirmo: “El objetivo no es replicar exactamente, sino comprender con empatia. Al experimentar sus procesos de produccion se puede entender de otra manera a los artesanos del pasado”.
Su siguiente proyecto, en colaboracion con estudiantes de informatica, consistira en crear una base de datos para rastrear inscripciones no estandar y escrituras mixtas en miles de objetos portatiles, con el fin de identificar patrones y conexiones regionales.
Este avance, impulsado mas por la observacion y un cambio de perspectiva que por la tecnologia, invita a reconsiderar la historia de los objetos de lujo romanos y a poner en valor a los artesanos anonimos que los hicieron.
El estudio de las diatretas y sus marcas de taller promete revelar aspectos hasta ahora invisibles de los fabricantes antiguos, permitiendo que su legado recupere visibilidad.
