En la mayoria de los paises, las carceles suelen caracterizarse por condiciones orientadas al castigo y la privacion, con rutinas diarias que transcurren en entornos hostiles. Muchas penitenciarias, en la realidad y en la cultura popular, se asocian con violencia, sufrimiento y altas tasas de reincidencia.
En contraste, en el sur de Noruega, cerca de la frontera con Suecia, se encuentra la prision de Halden, considerada por muchos como una de las mas humanas del mundo. Este centro ha transformado la experiencia penitenciaria mediante un enfoque centrado en la rehabilitacion y el respeto a la dignidad de las personas privadas de libertad.
Las instalaciones de la prision mas humana del mundo
El diseno y la filosofia de Halden rompen con los modelos tradicionales de carceles de alta seguridad. El complejo ocupa 30 hectareas de bosque y esta rodeado por un muro de hormigon de seis metros cuya apariencia se suaviza con la vegetacion; no hay alambres de puas ni vallas electrificadas, lo que reduce la sensacion de hostilidad.
El arquitecto Hans Henrik Hoilund declaro a Time que la intencion fue crear un entorno que “se pareciera lo mas posible al mundo exterior”, cuidando detalles como la parte superior redondeada del muro para evitar una imagen demasiado agresiva.
Las celdas miden unos 10 metros cuadrados y disponen de ventanas sin barrotes con vistas al bosque, asi como de ducha, inodoro y televisor de pantalla plana. Are Hoidal, director de la prision, resalto ante The Guardian la importancia del diseno: se busco un espacio luminoso y positivo; al mismo tiempo recordo que, pese a la percepcion de confort, “son diez metros cuadrados, un inodoro, una ducha, y eso es todo”.
La jornada de los internos comienza a las 7:30 y el cierre nocturno se produce a las 20:30, lo que facilita la participacion en numerosas actividades durante el dia. La relacion entre reclusos y el personal es un pilar del modelo: los funcionarios no portan armas, prefieren no llamarse “guardias” y comparten actividades cotidianas con los internos, desde las comidas hasta deportes como el voleibol.
Un recluso entrevistado por The Guardian afirmo que “la gente que trabaja aqui no te desprecia” y califico la diferencia con otras carceles noruegas como “abismal”. Las cifras apuntan a un impacto: segun The Guardian y el Vera Institute of Justice, la reincidencia en Noruega es del 20% en cinco anos, frente al 46% en el Reino Unido y el 76% en Estados Unidos.
Hoidal explico que el sistema noruego no busca la venganza: tratar con dureza no convierte a las personas en mejores ciudadanos; por eso el foco esta en la rehabilitacion. El centro ofrece educacion y trabajo: segun Linn Andreassen, funcionaria, para algunos internos es la primera oportunidad de estudiar. Ella distingue entre rehabilitacion y habilitacion, subrayando que se trabaja para entender por que cada preso actuo de determinada manera.
Pilares en la educacion y el trabajo
La vida diaria en Halden esta orientada a fomentar autonomia, formacion y preparacion para la reinsercion. Los internos pueden acceder a talleres de carpinteria, clases de musica, yoga, cocina, un estudio de sonido y una emisora de radio. Tambien hay biblioteca -con mucha demanda de libros de cocina- y un centro deportivo. Quienes lo desean pueden cursar estudios universitarios para facilitar su readaptacion tras la condena.
Are Hoidal explico a Time que el objetivo es “darles confianza a traves de la educacion y el trabajo, y que se vayan siendo mejores personas”. Este principio se refleja en la convivencia diaria: internos y funcionarios comparten actividades y comidas, promoviendo respeto mutuo. Andreassen senalo que ese “enfoque humano” guia todas las relaciones y actividades del centro.
El modelo implica una inversion elevada: el gasto anual por recluso supera los 90.000 USD, cifra que triplica la media de Estados Unidos segun el Instituto Vera. Quienes defienden el sistema argumentan que este gasto, orientado a trato humano y rehabilitacion, produce mejores resultados sociales y reduce la reincidencia a largo plazo.
La reforma del sistema penitenciario noruego en las decadas de 1980 y 1990, que reemplazo el modelo punitivo por uno centrado en la rehabilitacion, ha sido clave. Hoidal recordo que antes de esas reformas la reincidencia era del 60-70%, similar a la de Estados Unidos. Hoy, la reincidencia en Noruega ha bajado a alrededor del 20% a los dos anos y cerca del 25% a los cinco anos.
