A primera vista, una raya y una mantarraya pueden parecer muy similares: cuerpos aplanados, amplias aletas pectorales y un movimiento ondulante. Sin embargo, son formas de vida distintas con habitos, anatomia y comportamientos diferentes.
Segun Manta Ray Advocates Hawaii, aunque ambos pertenecen a la subclase de peces cartilaginosos llamados elasmobranquios, sus rutinas diarias difieren notablemente. Las mantarrayas suelen recorrer el oceano abierto de forma continua; en cambio, las rayas viven vinculadas al fondo marino, donde se camuflan, cazan invertebrados y, en muchas especies, se protegen con una pua venenosa.
La familia de las mantarrayas es relativamente pequena y actualmente se reconocen tres especies principales: la manta de arrecife (Mobula alfredi), la manta oceanica gigante (Mobula birostris) y la manta atlantica (Mobula yarae). Por su parte, el grupo de las rayas es mucho mas diverso e incluye decenas de especies presentes en oceanos y en algunas aguas continentales.
Estilos de vida opuestos: entre el oceano abierto y el fondo marino
Las mantarrayas son animales que habitualmente se mantienen en movimiento. Manta Ray Advocates Hawaii explica que necesitan nadar continuamente para que el agua circule por sus branquias y puedan respirar, una caracteristica que acerca su forma de vida a la de muchos tiburones y explica por que rara vez se las observa reposando sobre el fondo.
Las mantas de arrecife suelen permanecer cerca de las costas y frecuentar estaciones de limpieza, donde peces mas pequenos eliminan parasitos de su piel. Las mantas oceanicas, en cambio, realizan desplazamientos mas largos y siguen concentraciones estacionales de plancton. Tambien son conocidas por sus saltos y acrobacias fuera del agua, un comportamiento cuyo proposito aun no esta del todo claro, aunque podria estar relacionado con la comunicacion o el comportamiento social.
Las rayas, en contraste, son habitantes del lecho marino y estan adaptadas al camuflaje. Muchas especies se entierran parcialmente en la arena dejando visibles solo los ojos y los espiraculos, lo que les permite pasar desapercibidas ante depredadores y presas.
A diferencia de las mantarrayas, las rayas pueden bombear agua a traves de sus branquias sin necesidad de desplazarse, lo que les permite permanecer inmoviles durante largos periodos. Esta inmovilidad facilita la caza de pequenos peces, crustaceos y gusanos, presas que detectan gracias a su sentido del olfato y a la capacidad de percibir senales electricas de otros animales.
Dos disenos evolutivos incompatibles
Las mantarrayas son filtradoras especializadas. Se alimentan de zooplancton, copepodos, larvas de peces y camarones misidos, entre otros organismos, y pueden ingerir cantidades importantes de alimento respecto a su masa corporal. Para filtrar el alimento nadan con la boca abierta y emplean sus aletas cefalicas para canalizar el agua hacia su boca.
En su cavidad oral disponen de estructuras filtrantes denominadas branquiespinas que retienen las particulas alimenticias; este sistema exige un movimiento constante y un cuerpo disenado para el desplazamiento eficiente, con grandes aletas que facilitan la natacion continua.
Por el contrario, las rayas son depredadoras de fondo cuyo aparato bucal esta orientado hacia la parte ventral del cuerpo, adaptado a la captura de presas enterradas en el sustrato. Sus dientes se organizan en placas duras capaces de triturar conchas y exoesqueletos. Se alimentan de pequenos peces, moluscos, crustaceos y gusanos, y muchas especies esperan ocultas hasta que surge la oportunidad de capturar a la presa.
Las diferencias anatomicas se aprecian tambien en la cola: las mantarrayas suelen tener una cola larga y delgada sin aguijon, inofensiva para el humano, mientras que muchas rayas presentan una o varias puas venenosas y dentadas, que se renuevan periodicamente. Estas puas son su principal mecanismo de defensa y pueden provocar heridas dolorosas si el animal se siente amenazado.
No obstante, las rayas rara vez atacan de forma agresiva y su primera reaccion ante el peligro suele ser huir. Las mantarrayas, por su parte, no disponen de armas defensivas y confian en su tamano, velocidad y maniobrabilidad para escapar de depredadores naturales, como los tiburones tigre en algunas zonas. Por ello se las conoce comunmente como “gigantes gentiles”.
Conservacion: riesgos y amenazas
En terminos de conservacion, las mantarrayas enfrentan una situacion mas delicada que la mayoria de las rayas.
La Lista Roja de la Union Internacional para la Conservacion de la Naturaleza (UICN), citada por Manta Ray Advocates Hawaii, clasifica a la manta de arrecife como vulnerable y a la manta oceanica gigante como en peligro de extincion.
Estas mantas tienen una tasa de reproduccion baja: las hembras suelen dar a luz a una cria cada dos a cinco anos, lo que hace que las poblaciones sean muy vulnerables a la sobrepesca, al enmallamiento accidental en artes de pesca y a la degradacion de su habitat. Ademas, en algunas regiones se las captura por sus branquiespinas, que se utilizan en medicinas tradicionales pese a la falta de evidencia cientifica sobre su eficacia.
En cuanto a las rayas, aunque varias especies sufren disminuciones locales por contaminacion, perdida de habitat o pesca, la mayoria no esta catalogada como amenazada. Segun Ocean Conservancy, existen mas de 200 especies de rayas, con distintos grados de vulnerabilidad y distribucion.


