Llego el dia en que el Tribunal de Disciplina de la Asociacion del Futbol Argentino debe resolver el informe del arbitro Pablo Dovalo sobre la supuesta “incitacion a la violencia” por parte de Estudiantes, que decidio darle la espalda a los jugadores de Rosario Central durante el pasillo obligatorio por el titulo otorgado en las oficinas de la Liga Profesional.
En un principio, las maximas autoridades barajaron sanciones severas, como la descalificacion del club o la suspension de todos los jugadores. Sin embargo, segun fuentes internas, la votacion interna podria inclinarse hacia una medida mas moderada: una multa economica sin castigos individuales para los futbolistas, dada la aparente decision tomada desde la cupula del club.
Tambien se considera la posibilidad de sancionar al presidente de Estudiantes, Juan Sebastian Veron, en un esquema similar al aplicado con anterioridad a otros dirigentes. En paralelo, Estudiantes mantiene una posible defensa basada en la supuesta adulteracion del Boletin 6625 -que establecia la obligatoriedad del pasillo-: aunque el documento aparece fechado el 12 de febrero, peritos informaticos habrian detectado que fue publicado el mismo domingo del partido. Si se confirmara una falsificacion, la AFA podria afrontar acciones legales contra los responsables.
El episodio se inscribe en un momento de tension en el futbol argentino: algunos clubes del ascenso defendieron publicamente la gestion del presidente de la AFA, Claudio Tapia, mientras que otros, como River, se distanciaron y aseguraron que “no hubo votacion en la Liga” en la jornada mencionada. En conjunto, el caso representa uno de los momentos mas delicados de la gestion de Tapia al frente de la entidad.


