Fernanda Iglesias respondió con dureza a las declaraciones de Ángel de Brito y Yanina Latorre, luego de que ambos afirmaran que ella llegaba a trabajar en LAM en estado de ebriedad. Iglesias rechazó esas imputaciones y se preguntó si la intención de sus excompañeros era “ver cómo me tiro de un balcón”.
Iglesias había decidido no continuar en LAM calificando la propuesta como “inaceptable e indignante”, y desde entonces la relación con De Brito y Latorre se deterioró. De Brito dijo la semana pasada que a veces Iglesias “venía tan borracha que a veces le pedíamos que ni siquiera hablara, si estaba doblada”. Latorre no confirmó ni negó la versión y aseguró que trató de contenerla.
En el programa de streaming Border, que conduce junto a María Julia Olivan, Iglesias negó las acusaciones: afirmó que lo dicho “no es cierto” y sostuvo que, si lo fuera, la producción debería haberle impedido trabajar en esas condiciones. Añadió que no es alcohólica y que nunca fue a un trabajo en ese estado. Olivan, por su parte, comentó que en algún momento se sintió traicionada porque había compartido confidencias con De Brito que luego fueron difundidas en televisión.
Iglesias afirmó además que siente que hubo maldad en las declaraciones y defendió su derecho a hablar de ellos como ellos hablan de otros. Advirtió que no piensa dejarse silenciar ni someter y que quiere aclarar lo que considera relatos que no se ajustan a la realidad.


