Esta tarde en la Sede Social de calle 4, se realizará la Asamblea Anual Ordinaria de Gimnasia, en un momento convulsionado por el complicado presente deportivo y por los constantes cuestionamientos a la actual comisión, que se supo que no se presentará en las próximas elecciones. El llamado para los socios fue a las 18:00 horas, con inicio formal desde las 19:00.
En el orden del día figuran la designación de dos socios para firmar el acta, la lectura de la asamblea anterior, el informe de la comisión revisora de cuentas, la aprobación de la Memoria y los estados contables hasta el 30 de junio, y el presupuesto de recursos y gastos para el período actual.
El ejercicio que se presenta arroja un superávit de $4.022.179.754, cifra influida mayormente por ventas de futbolistas como Felipe Sánchez y Benjamín Domínguez. Sin embargo, ese dato positivo convive con un aumento del pasivo del club, que pasó de $13.542.600.640 a $14.173.650.664 -equivalente a cerca de USD 11,6 millones según la cotización al 30 de junio-.
Por otra parte, el club informó que gasta entre transporte, hotelería, comidas y asistencia medica, U$S 1.440.000 por año para asistir a sus mas de 1900 deportistas, mientras que en Gastos de conservación y mantenimiento de sus 4 sedes se invirtieron U$S 630.000.
Aunque la conducción anunciará logros importantes -como una inversión de USD 4.350.000 en obras, además de destacadas reducciones de juicios (por ejemplo, el cierre del expediente de Ángel Cappa, tras 14 años)-, el principal foco de tensión se ubica en el área deportiva: el primer equipo nuevamente pelea por la permanencia y los socios ya advierten que la Asamblea será “el puntapié inicial de la campaña política” para los comicios a fines de noviembre.
Se espera una concurrencia cercana a los 500 socios en la sede, conscientes de que el acto no solo dirimirá cuestiones formales sino que también servirá como plataforma de posicionamiento político-institucional.


