El proyecto de una familia para construir su vivienda en Normandia se ha paralizado tras descubrirse que el terreno que compraron contiene residuos enterrados. La imposibilidad de continuar las obras ha provocado una crisis economica y personal para los afectados y pone de manifiesto los riesgos de adquirir suelos sin garantias adecuadas.
Sonia y Julien, pareja con cuatro hijos, vieron frustrado su plan en Buchy, en el departamento de Seine-Maritime. Compraron en mayo una parcela de 1.200 metros cuadrados por 66.000 euros con la intencion de edificar su casa. En junio, durante los primeros trabajos de movimiento de tierras, el constructor hallo residuos enterrados que impiden seguir con la construccion.
Entre los materiales encontrados figuran la carroceria de un coche, motores con restos de fluidos, baterias, un bidon de aceite y placas de fibrocemento, lo que sugiere la posible presencia de amianto. Por ello se detuvo de inmediato la obra: la descontaminacion es imprescindible y ademas muy costosa.
Fuerte olor a aceite
La gendarmeria francesa investiga el origen de los vertidos. El numero de serie de la carroceria coincide con un antiguo propietario de la parcela, lo que apunta a que los residuos podrian proceder de actividades anteriores a la venta.
Un acta judicial incluye fotografias de 2023 que muestran garajes con tejados de fibrocemento y un poste de cierre en la parcela. El informe sugiere que esas estructuras pudieron ser demolidas y enterradas antes de la transaccion y constata la presencia de un fuerte olor a aceite y otros fluidos.
El diario Le Figaro indica que los vendedores no habrian informado sobre la existencia de estos residuos durante la negociacion. Si financiaron un estudio de suelo de 1.500 euros, que resulto favorable segun comunicaron a los compradores a finales de julio. Desde entonces no ha habido contacto entre las partes.
Descontaminar cuesta “seis cifras”
El hallazgo ha supuesto un duro golpe para Sonia, Julien y sus hijos. La madre explico que, tras anos de ahorro y sacrificios para comprar una vivienda, la familia se enfrenta ahora a la imposibilidad de llevar adelante su proyecto y a una situacion angustiosa.
Julien afirmo su desconcierto: compraron el terreno sin indicios de que hubiera residuos enterrados y no podian prever lo que se encontro.
Un informe tecnico posterior determino que la mala calidad del suelo exige cimentaciones mas profundas, con un sobrecoste estimado en 50.000 euros segun el presupuesto del constructor. Anadiendo la descontaminacion, el gasto podria elevarse a “seis cifras”. El constructor ha dicho que no reanudara los trabajos hasta que el terreno este totalmente limpio, dejando a la familia sin margen de maniobra.
Un credito de 90.000 euros
La situacion financiera de la familia se complica ademas por un prestamo de 90.000 euros que deben devolver al banco en 18 meses. Ese credito, que pensaban saldar con la venta de su vivienda anterior, se ha convertido en una carga dificil de afrontar. La pareja reconoce sentirse agobiada por la deuda.
En junio presentaron una denuncia ante las autoridades, pero por ahora no han obtenido respuesta judicial. Esperan que la justicia anule la venta, les permita recuperar lo invertido y les conceda una indemnizacion que les permita pagar al banco y, posiblemente, iniciar otro proyecto.
Mientras tanto, otras parcelas pertenecientes a la misma familia vendedora siguen anunciadas en portales inmobiliarios, lo que plantea dudas sobre la transparencia y la seguridad para futuros compradores.


