Manuel Panaro llego contrariado al partido: tras el clasico habia mejorado el equipo, pero el se sentia lejos del area y del gol. Su padre, exfutbolista y ahora tecnico critico, le recomendo que avanzara mas, complementar el trabajo defensivo entrando al area rival. Esa indicacion, ademas de algo de fortuna, permitio que en Vicente Lopez y en Santa Fe Panaro estuviera en el lugar justo para empujar la pelota y abrir partidos complicados.
El joven de Bolivar, con los pies en la tierra, mantiene la ilusion como el resto de Gimnasia. “Nos quedan tres finales”, repite: una frase que mezcla anuncio y deseo de quien aposto al club, se esforzo y hoy recoge los frutos de la titularidad.
Sobre los ultimos encuentros dijo que el equipo supo plantarse bien en canchas dificiles, mantenerse ordenado y aprovechar su momento para sostener la ventaja. Reconocio que en algunas contras llego justo y que intento “correr con el corazon” cuando las piernas no alcanzaron; destaco que supieron sufrir y que eso fue clave.
Acerca de sus goles, Panaro los describio como fruto de estar en el lugar indicado: “hay que estar ahi”, explico, y sostuvo que siempre jugo como mediapunta o delantero, dispuesto a correr y a ayudar al equipo si se lo necesita. Sobre el presente del plantel, atribuyo el buen momento a la union del grupo: referentes y chicos estan juntos, convivencias como el asado tras el clasico ayudaron a reforzar la convivencia.
Finalmente, valoro la confianza que llego con los resultados y la puesta en marcha de las ideas del entrenador Zaniratto, y volvio a repetir que quedan tres finales en las que dejaran todo.


