El presidente frances, Emmanuel Macron, intento este miercoles calmar la creciente inquietud del sector agrario al afirmar que, en su estado actual, el acuerdo comercial entre la Union Europea y el Mercosur recibiria “un no rotundo de Francia”. Sus palabras representan un cambio respecto al tono mas conciliador de dias anteriores y muestran el dificil equilibrio entre los compromisos europeos y las demandas del potentisimo sector agricola frances.
El anuncio se produjo en una reunion en Toulouse con representantes del mundo rural, donde Macron busco disipar los temores sobre la competencia de productos sudamericanos. Segun la ministra de Agricultura, Annie Genevard, presente en el encuentro, el presidente afirmo que Francia “no puede validar” el acuerdo tal como esta, sin clausulas de salvaguardia solidas ni “medidas espejo” que garanticen que las importaciones cumplan las mismas normas sanitarias, ambientales y laborales que se aplican en la UE.
“Ni los agricultores ni los consumidores pueden aceptar que se produzcan o se importen alimentos que no cumplan con las reglas que imponemos a nuestros propios productores”, recalco Genevard. El Gobierno, anadio, mantendra una postura “sumamente firme” en defensa de las clausulas espejo, consideradas esenciales para evitar el dumping ambiental y social.
La jornada en Toulouse evidencio la tension acumulada: unas 300 personas, entre ellas muchos agricultores con tractores, se reunieron en la ciudad del sur de Francia, donde Macron participo ademas en un debate sobre redes sociales y democracia. La protesta respondio directamente a las declaraciones del presidente en Brasil la semana anterior, cuando se mostro “bastante positivo” respecto a la posibilidad de aprobar el tratado, aunque afirmo que Francia seguiria “vigilante”.
Ese matiz fue interpretado como una apertura y provoco criticas del sector agricola y de fuerzas politicas que acusan al Ejecutivo de ceder ante Bruselas. Desde Mexico, el mismo dia, Macron intento corregir el rumbo y aseguro que Francia aun “espera respuestas claras” antes de dar su visto bueno. La rectificacion no disipo por completo las sospechas.
El pacto con el Mercosur -que reune a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay- lleva mas de dos decadas de negociaciones y fue aprobado por la Comision Europea el 3 de septiembre. El texto, pendiente de ratificacion por los 27 Estados miembros, facilitaria la exportacion de automoviles, maquinaria, vinos y bebidas europeas a los paises sudamericanos, a cambio de una mayor apertura para la carne, el azucar, el arroz y la soja procedentes del bloque latinoamericano.
No obstante, Francia, Irlanda y Austria han encabezado la oposicion dentro de la UE, alegando que el acuerdo debilita los esfuerzos europeos por una agricultura sostenible y permitiria importaciones que no cumplen los mismos estandares medioambientales. Las asociaciones de agricultores franceses sostienen ademas que el tratado beneficiaria sobre todo a las grandes agroindustrias de Brasil y Argentina, en detrimento de los productores europeos medianos y pequenos.
El rechazo frances tambien ha encontrado eco en el Parlamento Europeo: cerca de 150 eurodiputados, de distintas familias politicas, anunciaron que promoveran una resolucion para recurrir el acuerdo ante el Tribunal de Justicia de la Union Europea. Si prospera, ese recurso podria paralizar el proceso de ratificacion durante al menos seis meses.
A pesar de las resistencias, varios gobiernos -entre ellos Alemania, Espana y Portugal- sostienen que el pacto reforzaria la posicion geopolitica de la UE en America Latina frente al avance comercial de China y Estados Unidos. Bruselas subraya, ademas, que el texto incorpora compromisos ambientales reforzados respecto a versiones anteriores.
Macron, en cualquier caso, parece decidido a mantener una postura estricta. En un contexto marcado por el malestar rural, las protestas por el precio de los combustibles y la caida de su popularidad, busca reafirmarse como defensor del modelo agricola frances.


