(Desde Washington, Estados Unidos) El 2 de abril de 2025, Donald Trump impuso aranceles a todos los bienes que se exportan a los Estados Unidos. El mandatario afirmo que esos impuestos crearian empleo y servirian para frenar la ofensiva economica de China.
Un dia despues, el 3 de abril de 2025, llego a la Secretaria de Comercio una delegacion argentina integrada por Gerardo Werthein (canciller), Alec Oxenford (embajador argentino ante la Casa Blanca), Luis Maria Kreckler (secretario de Relaciones Economicas Internacionales), Pablo Lavigne (secretario de Coordinacion de Produccion), Alejandro Cacace (secretario de Desregulacion) y Juan Cortelleti (jefe de la mision de la Embajada de Argentina) para iniciar negociaciones bilaterales.
En ese momento no habia claridad politica ni tecnica en torno al anuncio de Trump y todo apuntaba a una posible guerra comercial entre Estados Unidos y el resto del planeta.
El escenario de la negociacion era imponente: una larga mesa con funcionarios que respondian a Howard Lutnick, secretario de Comercio, y a Jamieson Greer, titular de la Representacion Comercial de los Estados Unidos (USTR).
La comitiva argentina ocupo los lugares asignados y aguardo que Lutnick y Greer, en apariencia coordinados, iniciaran las conversaciones para definir una hoja de ruta.
Eso no ocurrio.
Lutnick y Greer mantenian una pelea interna que se mostro sin disimulo frente a los cinco funcionarios argentinos encabezados por Werthein; el secretario de Comercio confrontaba a Greer y el titular de la USTR respondia de igual modo a Lutnick.
La situacion no se asemejaba a una negociacion bilateral habitual.
La delegacion argentina se guio por reglas basicas de diplomacia para escuchar a ambas partes sin quedar atrapada en una disputa de poder que solo Trump podia resolver.
A mitad de la reunion sono una alarma por una amenaza de bomba; el incidente interrumpio las disputas entre Lutnick y Greer y suspendio las negociaciones hasta nuevo aviso.
Con el tiempo la interna entre Lutnick y Greer se resolvio. Lutnick no asistio al almuerzo que Trump ofrecio a Milei en la Casa Blanca, y el canciller Pablo Quirno solo se reunio con Greer durante su gira relampago por Washington DC.
El acuerdo comercial ya habia sido cerrado tres meses antes; su anuncio formal dependia de los tiempos politicos de Trump. En una reunion en la Casa Blanca, Trump dijo a Milei que daria a conocer el acuerdo en los dias siguientes.
Sin embargo, ese anuncio no se concreto. El texto legal consensuado permanecia inalterado y la decision sobre su divulgacion quedaba en manos del presidente estadounidense.
Ayer, desde la Casa Blanca informaron a Balcarce 50 que Trump habia aprobado el comunicado que anunciaba el acuerdo comercial. Era la tercera vez que se transmitia la misma informacion y en el primer piso de la Casa Rosada prevalecio la cautela.
Quirno estaba reunido con Marco Rubio, secretario de Estado, cuando se confirmo formalmente que Argentina y Estados Unidos habian cerrado un acuerdo comercial.
Argentina no estuvo sola en el anuncio: tambien se informo que Estados Unidos habia alcanzado convenios bilaterales con Ecuador, El Salvador y Guatemala.
Segun lo pactado, el acuerdo con Estados Unidos profundizara las relaciones comerciales entre ambos paises. La base arancelaria quedara en un 10 por ciento, con excepciones destinadas a fortalecer el aparato productivo argentino.
Trump considera estrategica la fabricacion de aluminio y acero para Estados Unidos, por lo que, por ahora, los aranceles sobre esos productos se mantendran en un 50 por ciento.
Milei y Trump mantienen afinidad personal y comparten una vision similar sobre el escenario internacional; ambos consideran a China una amenaza global, y el marco del acuerdo incluye un parrafo critico respecto a la matriz productiva de Beijing.
Bajo el titulo “Trabajo”, el acuerdo incorpora el siguiente compromiso: “Argentina ha reafirmado su compromiso de proteger los derechos laborales reconocidos internacionalmente. Ademas, Argentina adoptara e implementara una prohibicion sobre la importacion de bienes producidos mediante trabajo forzoso u obligatorio y reforzara la aplicacion de las leyes laborales.”
La puesta en marcha del acuerdo dependera ahora de un trabajo juridico detallado y de la decision politica de Trump.
Abogados y especialistas en comercio exterior de Argentina y Estados Unidos deberan ajustar todos los aspectos legales del convenio bilateral.
Posteriormente, Trump decidira si se ejecuta la totalidad del acuerdo o, segun su agenda politica, comunicara de forma sucesiva que tramos del marco acordado deben activarse.
Anoche en Washington, cuando el canciller Quirno viajaba hacia Buenos Aires, no se descartaba un contacto telefonico entre Milei y Trump.
El presidente argentino busca agradecer a Trump por el apoyo brindado a su gestion, considerado por la Casa Rosada como un nivel de respaldo sin precedentes en la relacion bilateral.


