Un gran escandalo de corrupcion se ha convertido en la mayor crisis interna de Ucrania desde la invasion rusa de 2022. Fuentes oficiales dicen que el presidente Volodimir Zelenski quedo sorprendido por la magnitud de las acusaciones contra personas cercanas a su entorno y ha empezado a tomar distancia de algunos implicados.
El Parlamento votara el 18 de noviembre la destitucion de Svitlana Hrinchuk, ministra de Energia, y Herman Halushchenko, ministro de Justicia. Se esperan dias convulsos, con presiones sobre el presidente para que aparte a colaboradores polemicos para preservar su posicion y la estabilidad del Estado.
Las indagaciones que originaron el escandalo son el resultado de una extensa labor de las agencias anticorrupcion, que durante 15 meses sortearon la resistencia de otras entidades estatales. Grabaciones secretas en residencias y oficinas de Kiev habrian documentado un plan para desviar al menos 100 millones de dolares de Energoatom, la empresa nuclear estatal.
Los investigadores relataron el hallazgo de un inodoro de oro en un apartamento vinculado a Timur Mindich, presunto coorganizador de la trama, quien abandono el pais horas antes de una redada de la Oficina Nacional Anticorrupcion (NABU). Parte de los fondos habrian sido transferidos a Moscu y otra parte reservada para la construccion de cuatro villas cerca de Kiev, supuestamente destinadas a Oleksiy Chernyshov y otros funcionarios. Chernyshov, Halushchenko y Hrinchuk niegan su implicacion.
Segun las acusaciones, los implicados usaban seudonimos para identificarse entre si: “Carlson” seria Mindich, “Che Guevara” Chernyshov y “Profesor” Halushchenko. Las transcripciones incluyen referencias al transporte de grandes cantidades de efectivo y comentarios que sugieren negligencia sobre la proteccion de subestaciones electricas criticas.
Esas mismas subestaciones fueron atacadas por drones y misiles rusos el 8 de noviembre, poco antes de que estallara el escandalo, lo que ha aumentado la indignacion publica. Muchos ciudadanos afrontan cortes de suministro electrico y familiares en el frente, que ha tenido dificultades recientes para contener ofensivas rusas.
El grupo no parecio saber que estaba siendo grabado hasta julio; al descubrirlo, comenzaron a amenazar a los investigadores, a seguirlos e incluso a obtener accesos a grabaciones de seguridad. Los detectives recurrieron a tacticas ingeniosas para eludir la vigilancia y recopilar pruebas en un prolongado intercambio de acciones y contramedidas.
En paralelo, la presidencia ejercio presion sobre las agencias anticorrupcion: el 21 de julio se detuvo a varios detectives y al dia siguiente el partido presidencial impulso una ley que limitaba la autonomia operativa de esas agencias, norma que fue revocada tras protestas masivas. Tambien hubo intentos, finalmente abandonados, de presentar cargos contra Oleksandr Klymenko, jefe de la fiscalia anticorrupcion; Klymenko afirma que la investigacion pudo seguir precisamente por el retroceso de la presidencia.
Fuentes situan aun sin determinar el grado de conocimiento de la presidencia sobre las tramas, que incluirian sobornos del 10% al 15% en contratos de Energoatom. Zelenski mantuvo una llamada no incriminatoria con uno de los acusados. Las raices del esquema remontan decadas y se vinculan a Andrii Derkach, exdirigente de Energoatom que huyo a Rusia en 2022. Aunque una fuente de la NABU sostiene que el presidente no pudo conocer todos los detalles mientras priorizaba el esfuerzo belico, la cercania de algunos aliados al caso podria afectar su futuro politico.
El escandalo perjudica la lucha de Ucrania contra Rusia en dos frentes: internamente, alimenta el cinismo y puede aumentar las deserciones en un frente debilitado; externamente, complica la obtencion de la ayuda economica y militar necesaria -estimada en torno a 100.000 millones de dolares anuales-, y algunos podrian usar las revelaciones para justificar recortes. Varios diplomaticos europeos han manifestado preocupacion por las consecuencias politicas.
El caso ya ha acabado con la carrera de dos ministros y el gobierno ha prometido una auditoria integral de las empresas estatales. No obstante, controlar la corrupcion probablemente requerira una reestructuracion profunda y politicamente costosa. Andrii Yermak, jefe de la oficina presidencial, ha quedado en el punto de mira por su concentracion de poder, aunque no ha sido acusado; sus defensores sostienen que se le ha acusado injustamente.
Zelenski no dispone de soluciones sencillas. La tension con las agencias anticorrupcion se remonta al intento de limitar sus competencias en julio. Algunos acusados podrian colaborar con la investigacion y aportar mas informacion; cinco personas han sido arrestadas hasta ahora y podrian producirse mas detenciones. La siguiente fase de la investigacion podria durar hasta un ano e incluir el sector de defensa, lo que aumenta la inquietud entre la elite politica: unos piden una renovacion total del gobierno; otros ven la ocasion para apartar a funcionarios considerados un lastre.
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