Un Boeing 737 que volaba a 11.000 metros sobre Utah tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en octubre despues de que un objeto desconocido impactara y fracturara su parabrisas. Aunque la hipotesis principal apunta a un fragmento de globo meteorologico, el suceso volvio a poner sobre la mesa un riesgo creciente: la posibilidad de que restos de basura espacial alcancen aeronaves en vuelo o incluso causen danos a personas en tierra. Expertos citados por MIT Technology Review coinciden en que estos episodios son cada vez mas frecuentes y podrian intensificarse en los proximos anos por la multiplicacion de satelites y desechos en orbita.
En los ultimos dos anos se documentaron varios incidentes que ilustran la magnitud del problema. En marzo de 2023, un trozo metalico de 0,7 kilogramos atraveso el techo de una vivienda en Florida; la NASA confirmo que se trataba de una bateria descartada desde la Estacion Espacial Internacional. El hijo del propietario se encontraba en una habitacion cercana en el momento del impacto.
En febrero de este ano, un fragmento de 1,5 metros perteneciente a un cohete Falcon 9 de SpaceX cayo cerca de un almacen en las afueras de Poznan (Polonia) y otro pedazo se hallo en un bosque cercano. Un mes despues, una pieza de aproximadamente 2,5 kilos de un satelite Starlink aterrizo en una granja en Saskatchewan, Canada. Episodios similares se registraron en Australia y en Africa.
Especialistas advierten que muchas otras caidas podrian pasar desapercibidas. James Beck, director de la firma britanica Belstead Research, dijo a MIT Technology Review que “no entendemos completamente el riesgo de los impactos de basura espacial, y podria ser mucho mayor de lo que los operadores de satelites admiten”.
Crecimiento de satelites y aumento del riesgo
El origen de este fenomeno esta ligado al rapido crecimiento de la actividad espacial. Actualmente hay alrededor de 12.900 satelites activos en orbita; los analistas estiman que esa cifra podria superar los 100.000 en la proxima decada.
Segun la Agencia Espacial Europea (ESA), cada dia reingresan a la atmosfera tres piezas de cohetes o satelites en desuso. Para mediados de la decada de 2030, ese numero podria aumentar hasta decenas por dia. Richard Ocaya, profesor de fisica en la Universidad de Free State, declaro a MIT Technology Review que “el numero de eventos de caida esta aumentando y podria crecer exponencialmente en los proximos anos”.
El reingreso de estos objetos es complejo y dificil de predecir. Los operadores procuran que los satelites fuera de servicio se desintegren al entrar en la atmosfera, pero no hay certeza sobre que parte se consume y que fragmentos sobreviven y alcanzan la superficie.
SpaceX afirma que sus satelites Starlink estan disenados para desintegrarse completamente al reingresar. Sin embargo, Beck, tras pruebas en tuneles de viento con replicas de satelites, cuestiona esa afirmacion: hay componentes fabricados con titanio y aleaciones especiales que soportan las altas temperaturas del descenso hipersonico. “Para satelites grandes, de unos 800 kilos, esperariamos que dos o tres objetos lleguen a tierra”, senalo.
Dificultades en la prediccion y control de reingresos
Predecir la trayectoria de la basura espacial enfrenta obstaculos tecnicos importantes. Los modelos, incluidos los basados en inteligencia artificial, permiten estimar orbitas en el vacio con precision, pero no anticipan con exactitud el comportamiento de los objetos al cruzar la atmosfera terrestre, cuya densidad variable modifica la caida.
Njord Eggen, analista de datos en Okapi Orbits, explico a MIT Technology Review que “incluso con modelos de alta fidelidad, hay tantas variables que es dificil predecir con precision el lugar de reentrada”. Un margen de error de apenas diez minutos en la prediccion puede traducirse en diferencias de cientos de kilometros en el punto de impacto.
El posible efecto sobre la aviacion comercial suscita preocupacion. La Organizacion de Aviacion Civil Internacional (OACI) reconocio ante MIT Technology Review que el rapido despliegue de satelites plantea “un desafio novedoso para la seguridad aerea, que no puede cuantificarse con la misma precision que otros riesgos mas conocidos”.
La Administracion Federal de Aviacion (FAA) de Estados Unidos estimo en 2023 que, para 2035, la probabilidad de que un avion sufra un impacto catastrofico por basura espacial seria de siete por cada 10.000 vuelos anuales. Un evento de este tipo podria destruir la aeronave o provocar una despresurizacion subita, poniendo en peligro a quienes viajan a bordo.
Impacto en la aviacion y en la poblacion en tierra
La amenaza que representan los restos espaciales obliga en ocasiones a cerrar temporalmente el espacio aereo sobre areas en riesgo, lo que genera retrasos y perdidas economicas.
Un estudio dirigido por Aaron Boley, de la Universidad de British Columbia, calculo que en zonas de trafico aereo intenso -como el norte de Europa o el noreste de Estados Unidos- existe una probabilidad anual del 26% de que se produzca al menos una interrupcion debida a la reentrada de un gran objeto espacial.
Si continuan desplegandose nuevas constelaciones, estos cierres podrian volverse tan frecuentes como los provocados por condiciones meteorologicas adversas. En 2022, la caida de un cohete chino Long March de 21 toneladas hizo necesaria la clausura durante media hora del espacio aereo en Espana y partes de Francia, afectando a cientos de vuelos; los restos, finalmente, cayeron en el Pacifico.
El riesgo para las personas en tierra tambien preocupa. Boley advirtio a MIT Technology Review que, si los satelites de megaconstelaciones no se desintegran por completo, la probabilidad de que una persona resulte herida o muera por el impacto de basura espacial podria alcanzar el 10% anual para 2035, lo que implicaria una probabilidad superior al 50% de que alguien en el planeta se vea afectado durante la proxima decada. La FAA, con estimaciones similares, considera posible que una persona resulte herida o fallezca cada dos anos.
Medidas y desafios regulatorios
Para afrontar este escenario, empresas como Okapi Orbits, en colaboracion con el Centro Aeroespacial Aleman y Eurocontrol, trabajan en integrar alertas sobre basura espacial en los sistemas de control del trafico aereo, de modo que pilotos y controladores reciban informacion oportuna.
No obstante, la incertidumbre en la prediccion de reingresos limita la eficacia de esas alertas. Por ello, los organismos reguladores internacionales insisten en la obligacion de que los operadores y lanzadores realicen desorbitas controladas, encaminando los objetos hacia areas remotas del oceano.
La ESA estima que solo la mitad de los cuerpos de cohetes reingresan de forma controlada, mientras que aproximadamente 2.300 restos antiguos permanecen en orbita sin posibilidad de ser guidados de manera segura.
Aunque la probabilidad de que un avion sea alcanzado directamente por basura espacial sigue siendo baja, la dispersion de restos sobre zonas de intenso trafico aereo constituye un desafio cada vez mas relevante para la seguridad global, segun concluye MIT Technology Review.


