La huelga convocada por la Asociacion Trabajadores del Estado (ATE) tuvo, segun el gremio, una adhesion superior al 90% entre los empleados publicos a nivel nacional. Desde primeras horas, las calles alrededor de la Secretaria de Trabajo estuvieron custodiadas por un operativo policial destinado a mantener la circulacion mientras los manifestantes reclamaban la reapertura inmediata de las negociaciones salariales y expresaban su rechazo a una posible reforma laboral.
El encuentro estuvo protagonizado por un intercambio de declaraciones entre funcionarios y dirigentes sindicales. El Gobierno anuncio que aplicara descuentos salariales a quienes participaron de la medida de fuerza, con el argumento de que “a los que trabajan se les paga; a los que no, no”. El sindicato, por su parte, califico esta medida como una forma de intimidacion dirigida a desalentar la participacion en las protestas.
La movilizacion del 19 de noviembre incluyo una concentracion en las inmediaciones de la Secretaria de Trabajo, donde los representantes gremiales renovaron el pedido de actualizacion salarial en funcion del contexto economico. El operativo de seguridad se baso en un protocolo antipiquetes para evitar cortes de calles; la ministra de Seguridad pidio que las marchas se realicen “sin violencia y sobre la vereda”, postura que fue respondida por el titular de ATE, Rodolfo Aguiar, quien insto a las autoridades a priorizar la lucha contra la inseguridad.
Segun Aguiar, el objetivo central de la convocatoria fue oponerse a reformas laborales impulsadas por el Ejecutivo. Afirmo que los trabajadores, y no los funcionarios, marcan la orientacion del sindicato y anuncio una “ofensiva” contra la reforma hasta lograr la garantia de los derechos laborales. Ante la denuncia penal presentada por el Ministerio de Seguridad contra la organizacion, el dirigente ratifico la intencion de sostener las acciones de protesta, incluso en fechas festivas si fuera necesario.
La conduccion de ATE tambien vinculo la discusion sobre las condiciones laborales con el aumento del intercambio comercial entre Argentina y Estados Unidos. Segun el gremio, la reforma laboral y el acuerdo comercial estarian relacionados y podrian presionar hacia una mayor flexibilizacion de las condiciones de trabajo, por lo que consideran imprescindible la movilizacion para frenar esos cambios.
La Ciudad de Buenos Aires fue el epicentro de las acciones y del despliegue policial destinado a evitar interrupciones significativas del transito; no obstante, la huelga se replico en varias capitales provinciales bajo demandas similares. El Gobierno insistio en que el cumplimiento de las tareas es condicion para percibir el salario correspondiente y anuncio la aplicacion de descuentos a quienes participaron de la medida.
Desde el sindicalismo sostienen que las advertencias de descuentos y sanciones buscan limitar la capacidad de los trabajadores de ejercer su derecho a protesta. Portavoces de ATE afirmaron que ese tipo de medidas gubernamentales buscan amedrentar, pero ratificaron la continuidad del plan de lucha hasta obtener respuestas concretas a sus reclamos.
La jornada transcurrio sin incidentes graves, aunque con notable presencia policial y cruces verbales entre las partes. El sindicato interpreta el nivel de adhesion como un mensaje para reanudar el dialogo salarial, mientras el Gobierno confirmo que mantiene la decision de descontar los dias de paro a quienes participaron de la huelga.


