Cuando el Centro de Convenciones de la Ciudad de Buenos Aires empezaba a vaciarse y la mayoria de las casi 800 personas que asistieron a la Jornada Anual del Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE) se retiraba, tres referentes de la filantropia regional se detuvieron a profundizar las ideas del encuentro. En ese dialogo con Ticmas coincidieron en que los problemas estructurales de la region son compartidos y que la responsabilidad de buscar soluciones corresponde a todos.
Aura Lucia Lloreda, directora ejecutiva de la Asociacion de Fundaciones Familiares y Empresariales (AFE) de Colombia; Ricardo Bucio, presidente ejecutivo del Centro Mexicano para la Filantropia (Cemefi); y Cassio Franca, secretario general del Grupo de Institutos, Fundacoes e Empresas (GIFE) de Brasil, partieron del mismo punto: es necesario ampliar el circulo de influencia para que las empresas comprendan y actuen sobre su impacto social.
Bucio abrio con un diagnostico sobre la creciente desigualdad y la desigual distribucion de recursos, y subrayo que las primeras respuestas deben buscar el involucramiento de la sociedad en su conjunto. Lloreda afirmo que hace falta “ampliar la conversacion con las comunidades, con las personas con las que trabajamos, con los gobiernos” y sumar a mas actores porque la situacion es critica. Franca propuso cambiar el paradigma de explotacion por uno de cooperacion, recordando la historia colonizadora de la region.
Como involucrar al sector privado
Un tema central fue como lograr que las empresas se comprometan con la inversion social mas alla de las metricas financieras convencionales.
Lloreda explico que en Colombia llevan a los presidentes de las companias al territorio para generar una conexion emocional: ver de cerca el trabajo y el cambio que se produce ayuda a comprometerlos. Ademas, destaco la necesidad de profesionalizar los proyectos sociales: medir resultados y tomar decisiones basadas en evidencia, porque los recursos son limitados y las necesidades, enormes. Priorizar exige saber donde se puede generar impacto real.
Franca senalo beneficios concretos e inmediatos de la inversion social: mejora de la reputacion empresarial, fortalecimiento del sentido de proposito entre los colaboradores, impulso a la innovacion derivada del trabajo social y mayor vinculacion con el territorio donde opera la compania.
Bucio insistio en una logica que transforme las practicas productivas. Aun con restricciones de recursos, las economias y la produccion existen, pero la distribucion de la riqueza sigue concentrandose. Por eso el retorno social no debe limitarse a donaciones externas: debe reflejarse en como la empresa produce -menos contaminacion, respeto a los derechos laborales, salarios dignos, reciclaje, cuidado del agua y combate a la corrupcion-. Si una empresa con 100.000 empleados paga salarios justos, su impacto se extiende mas alla de sus trabajadores, afectando a la competencia y a los consumidores. Es necesario promover una responsabilidad social corporativa integral.
La fuerza del trabajo colaborativo
Sobre lo aprendido en el trabajo conjunto, los tres destacaron el valor del intercambio regional. Franca afirmo que su capacidad para transformar la inversion social en Brasil se fortalece al escuchar a colegas de la region: “No estamos solos” y existe una competencia positiva para mejorar las practicas.
Lloreda resalto el aprendizaje continuo entre paises: diariamente incorporan lecciones de Brasil, Argentina y Mexico, y han organizado visitas entre fundaciones para profundizar esos intercambios.
Bucio cerro con una reflexion sobre la cultura neoliberal que promueve la idea de que cada actor puede prosperar aisladamente. Para revertir esa vision es necesario actuar de forma colectiva: desmontar la logica del individualismo y construir soluciones compartidas.
