Linda Hamilton volvió a ser noticia internacional tras su aparición en la quinta temporada de Stranger Things, un regreso que se produce después de años de alejamiento gradual de la industria y de una pérdida familiar muy dolorosa.
Conocida por su papel de Sarah Connor, una de las heroínas más icónicas del cine de acción, la actriz vive ahora una etapa profesional marcada por la memoria, la resiliencia y la reinvención. Su trayectoria combina éxitos, tragedias personales y la dificultad de superar el encasillamiento que impone Hollywood.
A sus 69 años, Hamilton se convirtió en una figura central de la cultura popular desde su participación en The Terminator (1984), dirigida por James Cameron.
Aquel filme, que redefinió el cine de ciencia ficción y acción, cambió por completo su carrera y la lanzó al reconocimiento internacional. Antes de ese papel, su trabajo se centraba en televisión y proyectos menores, pero nada igualó el impacto cultural de interpretar a una joven que termina convertida en la salvadora de la humanidad.
El papel dejó una huella irreversible en su carrera y la consolidó como referente del cine de acción femenino en las décadas siguientes. Al mismo tiempo, le acarreó presiones mediáticas, exigencias físicas intensas y el difícil estigma de ser identificada por siempre con Sarah Connor.
El origen de una heroína que redefinió el cine de acción
Cuando Hamilton aceptó encarnar a Sarah Connor no imaginaba que el personaje sería de los más recordados del cine.
La primera película se volvió un fenómeno inesperado y dio origen a una franquicia global. En Terminator 2: el juicio final (1991), el personaje pasó de ser una mujer común a una combatiente implacable; la secuela se destacó por sus efectos y por presentar a una protagonista femenina poderosa.
Para esa película, Hamilton siguió un entrenamiento físico y militar muy exigente, lo que generó admiración pero también aumentó la presión sobre su carrera.
En entrevistas habló de prepararse “como una soldado real”, con meses de entrenamiento con armas y rutinas de alta intensidad. Su transformación quedó registrada como una de las más notables del cine de acción.
Desde entonces, su imagen quedó estrechamente vinculada a ese rol.
Criticos han señalado que esa visibilidad fue ambivalente: la consagró como ícono cultural, pero redujo la variedad de papeles que le ofrecieron. La propia actriz ha reconocido en varias ocasiones que tanto el público como la industria la buscaban para personajes similares, lo que condicionó su carrera posterior.
La saga continuó con nuevas entregas, incluida Terminator: Dark Fate (2019), donde Hamilton regresó tras años lejos de la pantalla grande. Aunque la película recibió críticas mixtas y no alcanzó las expectativas comerciales, su interpretación fue señalada como uno de los puntos más sólidos del filme.
La muerte de su hermana gemela y una etapa marcada por el duelo
Una de las pérdidas más duras en la vida reciente de Linda Hamilton fue la muerte de su hermana gemela, Leslie Hamilton Gearren, en 2020 por complicaciones derivadas de la COVID-19.
La noticia, confirmada por medios estadounidenses, conmovió a los seguidores de Terminator: Leslie había trabajado como doble corporal de Linda en escenas de Terminator 2 que requerían mostrar dos versiones del mismo personaje.
Leslie, nacida minutos después que Linda, ejerció como enfermera de cuidados intensivos y llevó una vida lejos del foco mediático.
Su participación en la franquicia fue un dato poco conocido por el gran público, pero relevante para la producción y para la actriz; ambas mantenían una relación estrecha que se fortaleció con el paso de los años.
La pérdida fue un golpe emocional profundo para Hamilton, que declaró haber atravesado un periodo de introspección y silencio público.
Ese duelo coincidió con un momento en que ella se planteaba retirarse definitivamente de la actuación. Además, ha hablado públicamente sobre su diagnóstico de trastorno bipolar, con el que convive desde 2004.
“Diría que tuve 20 años completos de síntomas, sin contar mi infancia. De los 20 a los 40. Los llamo mis años perdidos”, comentó en su momento a AP Radio, rememorando un periodo difícil en su vida.
Hoy, con 69 años, afirma haber encontrado equilibrio: “Ya puedo activar todos los salvavidas que aprendí en 20 años de terapia”, dijo en una entrevista con PEOPLE.
El personaje que evitó su retiro definitivo
Tras Terminator: Dark Fate, Hamilton redujo notablemente su trabajo en pantalla. Participó en la serie Resident Alien (2021) y apareció como invitada en seis episodios de la comedia Claws.
En ese momento, admitía que empezaba a considerar el retiro por motivos de salud.
“Había comenzado a hablar con mi agente sobre mi retiro. He lidiado con un problema en mi cadera por algunos años y estaba pensando ‘No puedo garantizar que esté en mi mejor forma. Y si no es así, entonces no quiero estar frente a cámara’”, contó recientemente a Variety.
Una oferta inesperada cambió ese rumbo. El equipo de Stranger Things la convocó para la quinta temporada con un papel nuevo en la serie: una científica con formación militar vinculada a la lucha contra lo sobrenatural, identificada públicamente como la Dra. Kay, aunque al principio la producción mantuvo detalles en reserva.
Hamilton relató que su agente recibió la llamada de los hermanos Duffer y, pese a su intención de alejarse de los rodajes, decidió aceptar el proyecto.
Aceptó porque era fan de la serie y porque el papel representaba un desafío distinto: la oportunidad de conectar con una nueva audiencia, sobre todo generaciones más jóvenes que conocen el cine de acción desde otra perspectiva.
“Había una parte de mí que se sentía un poco intimidada al entrar en un programa que ya tenía un cierto ritmo, momentum y toda una historia que yo no compartía. Y entrar y sentir que eres el gran impostor que acaba de llegar”, contó a Variety sobre su experiencia al integrarse al equipo.
Aunque no le gusta verse en pantalla, la veterana actriz valora formar parte del equipo que construye uno de los fenómenos de streaming más exitosos de la actualidad.
