El hallazgo de piezas de ocre modificadas por neandertales en yacimientos de Crimea y Ucrania, con fechas situadas entre hace 70.000 y 33.000 anos, plantea una nueva perspectiva sobre la creatividad y la cultura en la prehistoria europea.
Un articulo publicado en Science Advances muestra que estos hominidos utilizaron el ocre tanto con fines practicos como con posibles fines simbolicos, por ejemplo para trazar marcas, lo que sugiere capacidades cognitivas y culturales mas complejas de lo que se pensaba anteriormente.
Un equipo internacional liderado por Francesco d’Errico, de la Universidad de Burdeos, analizo dieciseis fragmentos de ocre procedentes de yacimientos micoquienses paleoliticos en Crimea (Zaskalnaya V, Zaskalnaya VI, Prolom II) y en Ucrania (Mukhovets).
Mediante microscopia electronica y espectroscopia portatil de rayos X, los investigadores identificaron modificaciones que exceden el uso meramente utilitario: raspados, incisiones, fracturas controladas y afilados deliberados.
Entre los hallazgos destaca un fragmento de ocre amarillo modelado en forma de “lapiz”, con la punta afilada y rehecha en multiples ocasiones, disenado especificamente para producir marcas sobre distintos materiales.
Otro ejemplo muestra una superficie grabada y pulida con fracturas coherentes con su uso como marcador, mientras que un tercer fragmento presenta microhuellas compatibles con un empleo reiterado para marcar.
Segun Science Advances, el modelado y la reutilizacion intencionados de “lapices”, los motivos grabados y la seleccion de piezas sostienen la conclusion de que al menos algunos fragmentos de ocre desempenaron funciones simbolicas. A ello se suman indicios de organizacion y cuidado -marcas ordenadas, superficies pulidas, conservacion, transporte y reutilizacion de fragmentos- que reflejan planificacion e inversion cultural.
El estudio describe diversas tecnicas empleadas: las piezas mas blandas se raspaban y molian para obtener polvo fino, mientras que las mas duras se fracturaban para generar particulas gruesas. En los “lapices” de ocre se observo una secuencia coherente: modelado por raspado y molienda, mantenimiento de la punta mediante nuevas fracturas y uso continuado como herramienta de marcado.
La seleccion de materias no fue casual. Analisis morfologicos y quimicos realizados con fluorescencia de rayos X y microscopia electronica indican la preferencia por fragmentos ricos en hematita y goethita, responsables de los tonos rojos y amarillos del ocre. La variedad de composiciones y origenes sugiere conocimientos precisos sobre las propiedades de las materias primas y tradiciones regionales en su eleccion y procesamiento.
El significado simbolico del ocre esta en discusion: algunos expertos consideran su interpretacion ambigua y dificil de vincular sin reservas a practicas simbolicas, mientras que otros subrayan que en muchas sociedades tradicionales las funciones utilitarias y simbolicas estan intimamente relacionadas.
El grupo dirigido por d’Errico sostiene que la convergencia de evidencia tecnologica, contextual y experimental permite afirmar que ciertos fragmentos fueron empleados como medios de expresion con significado.
El estudio plantea que estas evidencias reducen la brecha tradicional entre neandertales y Homo sapiens: los neandertales habrian contado con capacidades cognitivas y simbolicas comparables y una cultura material que incluia instrumentos para la comunicacion, la identidad y la transmision de saberes.
Los yacimientos micoquienses de Crimea y Ucrania, caracterizados por industrias liticas con piezas bifaciales y una amplia estratigrafia, permiten rastrear un uso recurrente del ocre a lo largo de aproximadamente 70.000 anos.
La persistencia de fragmentos modificados en diferentes capas y contextos indica que las rocas pigmentadas mantuvieron un significado cultural sostenido en estas poblaciones. Comparaciones con hallazgos en Africa y Asia muestran paralelismos en tecnicas y posibles funciones simbolicas, lo que apunta a tradiciones culturales compartidas en el Paleolitico Medio.
En conjunto, las piezas y las marcas que producian parecen formar parte de sistemas de comunicacion y de transmision de conocimientos, evidenciando planificacion y una inversion emocional y cultural que trasciende las necesidades puramente utilitarias.


