“Que mono? Mono, las pelotas!”, solia gritar Jose Maria Gatica cuando lo llamaban por el apodo que odiaba. Ironicamente, ese mote quedo inseparable de su nombre. Antes de convertirse en figura del boxeo fue lustrabotas; luego, tras alcanzar la fama, trabajo como mozo y en otros oficios. Antes del Luna Park peleo en el anden de Constitucion, y su infancia transcurrio entre calles de tierra y necesidades apremiantes.
Peronista declarado, Gatica paso a ser el boxeador del pueblo y una figura cercana a Juan Domingo Peron. Con el apoyo presidencial viajo a Estados Unidos para enfrentar al campeon Ike Williams, pero fue derrotado por nocaut en el primer asalto en el Madison Square Garden.
Al regresar quedo en el olvido progresivamente. Sufrio un accidente de transito en Avellaneda el 10 de noviembre de 1963 y murio dias despues, el 12 de noviembre. Su vida fue llevada al cine en Gatica, el Mono, dirigida por Leonardo Favio.
Del barro al ring
Jose Maria Gatica nacio el 25 de mayo de 1925 en Villa Mercedes, San Luis. A los siete anos su familia se traslado a Buenos Aires en busca de mejores oportunidades. Crecio entre el ruido de trenes y fabricas, con las calles como escenario cotidiano.
En condiciones de extrema pobreza, trabajo desde nino como lustrabotas en la estacion de Constitucion y vendiendo diarios. No completo la escuela primaria: la necesidad lo obligo a dejar el aula. Aprendio a sobrevivir, a defender su lugar y a pelear antes de mucho mas.
Esas peleas callejeras fueron su primera escuela de boxeo. Su habilidad llamo la atencion de Lazaro Koczi, vinculado al mundo pugilistico, que lo introdujo en combates informales en The Sailor’s Home, un alojamiento para marineros. Eran peleas cortas, a tres rounds, que Gatica, entre 11 y 13 anos, gano varias veces. Tras ese circuito clandestino, Koczi le propuso dedicarse al boxeo profesional. Hasta entonces alternaba el trabajo de lustrabotas con las peleas nocturnas.
Cuando debuto en un cuadrilatero formal, a fines de la decada de 1930, llevo la huella de su infancia en cada golpe. Su estilo era instintivo y agresivo: salvaje y visceral, no tecnico. En los barrios se corrio la voz de que Gatica noqueaba con facilidad; su presencia en el ring fue asimilada rapidamente por la gente.
A los 14 anos comenzo a competir como amateur en clubes de barrio, mostrando un boxeo contundente: priorizaba la potencia y la velocidad sobre la tecnica clasica, buscando terminar las peleas en la lona. El publico lo adopto y en cada combate se percibia el respaldo popular. Gatica paso de ser un chico ignorado en Constitucion a un simbolo de quienes vivian al margen. Asi se fue forjando su leyenda.
Furia, fama y politica
Su paso al profesionalismo llego en 1945, cuando derroto por nocaut en el primer asalto a Leopoldo Mayorano. Esa victoria encendio una fiebre popular: su nombre se difundio por clubes, cafes y talleres portenos.
Su ascenso se produjo en un contexto social marcado por gobiernos autoritarios, fraude electoral y desigualdad, cuando muchos chicos dejaban la escuela para trabajar. En ese escenario, el ring era una de las pocas vias para transformar la propia suerte, y Gatica encarno esa posibilidad.
Cada triunfo suyo era celebrado como un logro colectivo. En el Luna Park desarrollo un boxeo que parecia ritual: avanzaba sin pausa, lanzaba ganchos al cuerpo y combinaba fuerza, velocidad y una rabia que electrizaba al publico. No peleaba solo por si mismo, sino como representante de quienes se sentian postergados.
Rapidamente acumulo victorias, fama y devocion. Su carrera coincidio con la llegada de Juan Domingo Peron al poder; el peronismo prometia reivindicar a los humildes y Gatica, sin buscarlo, paso a simbolizar esa aspiracion: el muchacho del barro que llego al centro del ring.
El publico lo adoraba y sus combates eran tanto peleas como espectaculo. Para muchos, Gatica era mas que un deportista: era la expresion de un pueblo que admiraba el coraje por encima de la tecnica.
Peron, aficionado al boxeo, percibio su magnetismo. En el Luna Park, tras una victoria, Gatica se dirigio al mandatario con la frase que perduro: “General, dos potencias se saludan”. Ese gesto lo vinculo publicamente al peronismo. Eva Peron lo admiraba y Peron financio parte de sus viajes al exterior.
En 1951 viajo a Estados Unidos en busca de mayor reconocimiento. El 27 de julio vencio por nocaut tecnico en el segundo asalto a Terry Young en Brooklyn. El 26 de octubre, en el Madison Square Garden, enfrento al campeon Ike Williams y fue derrotado por nocaut en el primer round.
La derrota mostro los limites entre la epica local y el nivel internacional: Gatica carecia de la preparacion tecnica y el apoyo necesario para consolidarse mas alla de su contexto. Aun asi, siguio siendo idolo del pueblo y continuo llenando el Luna Park en sus mejores noches.
Sin embargo, su forma de vida acelerada y los excesos hicieron mella: gasto rapidamente lo que gano en autos, fiestas y vestimenta. Sectores conservadores lo despreciaron y lo apodaron “El Mono” con tono peyorativo, burlandose de su origen y maneras populares. El respondia con orgullo y desden hacia esos circulos sociales.
El golpe de Estado de 1955 que derroco a Peron marco el inicio de su declive. Su cercania con el expresidente se volvio un problema: le retiraron la licencia y lo apartaron de los rings. Cayo en el olvido publico y volvio a pelear en circuitos clandestinos, clubes de barrio y hasta en espectaculos donde se simulaban derrotas por dinero. Aunque la gloria se habia desvanecido, su impulso de combate persistio.
Con el paso del tiempo se fue consumiendo la imagen del idolo. Quien antes llenaba el Luna Park paso a frecuentar bares donde contaba sus hazanas; su nombre dejo de encabezar carteles, pero siguio siendo un mito para quienes lo recordaban.
Leyenda, cine y caida final
Gatica ya era una figura legendaria antes de su muerte. En 1993 Leonardo Favio conto su historia en la pelicula Gatica, el Mono, que retrata no solo sus peleas sino su relacion con el pueblo, la politica y la fugacidad de la fama.
La muerte del boxeador tuvo un caracter tragico y aparentemente absurdo. El 10 de noviembre de 1963, tras consumir alcohol, perdio el equilibrio al descender de un colectivo en Avellaneda y quedo tendido en la calzada; las ruedas del vehiculo pasaron por encima de el.
“Aquel 10 de noviembre de 1963, Independiente le gano a River dos a cero con goles de Mario Rodriguez. Y, mientras la multitud de ambas hinchadas le ponia sonido al espacio de Avellaneda, el Mono, algo mareado por el vino compartido en la tribuna, intento bajar del colectivo de la linea 295 ya con la marcha en disminucion. Su pierna derecha deteriorada despues de un show anos atras, con Martin Karadagian por la degradante obligacion de ganarse unos pesos para comer, le fallo y cayo a la calzada. Fue en la calle Herrera, esquina Pedro de Lujan. Las ruedas de atras del interno 16 conducido por Antonio Cirigliano pasaron por encima de su cuerpo”, relato el periodista Cherquis Bialo sobre el accidente.
Dos dias despues, a causa de las heridas, fallecio en el Hospital Rawson. Su funeral fue sencillo, pero miles de personas acudieron a despedirlo; una multitud acompano el cortejo funebre. Con su muerte se cerro una etapa de la historia popular argentina.
