1 de diciembre de 2025
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Aumento de residuos espaciales amenaza vuelos y vida en la Tierra

Un Boeing 737 que volaba a 11.000 metros sobre Utah tuvo que aterrizar de emergencia en octubre despues de que un objeto desconocido fracturara su parabrisas. Aunque la hipotesis principal apunta a un fragmento de globo meteorologico, el incidente volvio a poner en foco un riesgo en aumento: la posibilidad de que restos de basura espacial alcancen a aeronaves en vuelo o a personas en tierra. Expertos citados por MIT Technology Review advierten que estos episodios son cada vez mas frecuentes y podrian intensificarse con la proliferacion de satelites y desechos en orbita.

En los ultimos dos anos se registraron varios casos que ilustran la magnitud del problema. En marzo de 2023, un trozo metalico de 0,7 kilogramos perforo el techo de una vivienda en Florida; la NASA confirmo que procedia de una bateria descartada desde la Estacion Espacial Internacional. En ese momento, el hijo del propietario se encontraba en una habitacion cercana.

En febrero de este ano, un fragmento de un cohete Falcon 9 de SpaceX, de 1,5 metros, cayo cerca de un almacen en las afueras de Poznan (Polonia) y otro trozo fue hallado en un bosque proximo. Un mes despues, una pieza de 2,5 kilos de un satelite Starlink aterrizo en una granja de Saskatchewan, Canada. Hechos similares se documentaron tambien en Australia y Africa.

Especialistas advierten que muchas otras caidas pueden pasar inadvertidas. James Beck, director de la firma britanica Belstead Research, dijo a MIT Technology Review que no se entiende completamente el riesgo de los impactos de basura espacial y que podria ser mayor de lo que admiten algunos operadores de satelites.

Crecimiento de satelites y aumento del riesgo

El origen del fenomeno esta en el crecimiento acelerado de la actividad espacial. Actualmente orbitan alrededor de la Tierra unos 12.900 satelites activos, y analistas preven que la cifra podria superar los 100.000 en la proxima decada.

Segun la Agencia Espacial Europea (ESA), cada dia reingresan a la atmosfera tres piezas de cohetes o satelites en desuso; para mediados de la decada de 2030 ese numero podria aumentar a decenas por dia. Richard Ocaya, profesor de fisica en la Universidad de Free State, indico a MIT Technology Review que el numero de eventos de reentrada esta aumentando y podria crecer exponencialmente en los proximos anos.

El reingreso de estos objetos es complejo y dificil de predecir. Los operadores intentan que los satelites fuera de servicio se desintegren en la atmosfera, pero no hay certeza sobre que proporcion se quema y que parte sobrevive y llega al suelo.

SpaceX afirma que sus satelites Starlink estan disenados para desintegrarse completamente al reingresar. No obstante, Beck, tras ensayos en tuneles de viento con replicas, cuestiona esa afirmacion: componentes fabricados con titanio y aleaciones especiales pueden resistir las temperaturas extremas del descenso hipersonico. Para satelites grandes, de alrededor de 800 kilos, calcula que se podrian esperar dos o tres objetos que alcancen la superficie.

Dificultades en la prediccion y control de reingresos

La prediccion de trayectorias de basura espacial enfrenta obstaculos tecnicos importantes. Los modelos de inteligencia artificial permiten estimar orbitas con precision en el vacio, pero no logran anticipar con exactitud el comportamiento de los objetos al cruzar la atmosfera, cuya densidad variable altera la caida.

Njord Eggen, analista de datos en Okapi Orbits, senalo a MIT Technology Review que incluso con modelos de alta fidelidad hay tantas variables que es dificil predecir con precision el lugar de reentrada; un margen de error de apenas 10 minutos puede traducirse en diferencias de cientos de kilometros en el punto de impacto.

El posible impacto en la aviacion comercial genera creciente preocupacion. La Organizacion de Aviacion Civil Internacional (OACI) reconocio ante MIT Technology Review que el despliegue acelerado de satelites plantea “un desafio novedoso para la seguridad aerea” que no puede cuantificarse con la misma precision que otros riesgos mas conocidos.

La Administracion Federal de Aviacion (FAA) de Estados Unidos estimo en 2023 que, para 2035, la probabilidad de que un avion sufra un impacto catastrofico por basura espacial seria de siete cada 10.000 vuelos anuales. Un suceso de ese tipo podria destruir la aeronave o provocar una despresurizacion subita, poniendo en peligro a los ocupantes.

Impacto en la aviacion y en la poblacion en tierra

La amenaza de la basura espacial obliga a las autoridades a cerrar temporalmente el espacio aereo en zonas de riesgo, lo que genera retrasos y perdidas economicas.

Un estudio liderado por Aaron Boley, de la Universidad de British Columbia, estimo que en regiones con trafico intenso -como el norte de Europa o el noreste de Estados Unidos- existe una probabilidad anual del 26% de que se registre al menos una interrupcion por la reentrada de un gran objeto espacial.

Si siguen desplegandose nuevas constelaciones, estos cierres podrian volverse tan frecuentes como los provocados por condiciones meteorologicas adversas. En 2022, la caida de un cohete chino Long March de 21 toneladas motivo el cierre por media hora del espacio aereo en Espana y partes de Francia, afectando a cientos de vuelos, aunque los restos finalmente cayeron en el Pacifico.

El peligro para las personas en tierra resulta especialmente relevante. Boley advirtio a MIT Technology Review que, si los satelites de megaconstelaciones no se desintegran totalmente, el riesgo de que una persona resulte herida o muerta por el impacto de basura espacial podria alcanzar el 10% anual para 2035, lo que implicaria una probabilidad superior al 50% de que alguien en el planeta sufra algun efecto en la proxima decada. La FAA, con estimaciones similares, considera que una persona podria resultar herida o fallecer aproximadamente cada dos anos.

Medidas y desafios regulatorios

Para afrontar este escenario, empresas como Okapi Orbits, junto al Centro Aeroespacial Aleman y Eurocontrol, trabajan en integrar alertas sobre basura espacial en los sistemas de control del trafico aereo, de modo que pilotos y controladores reciban informacion puntual.

Sin embargo, la incertidumbre en la prediccion de reingresos limita la efectividad de estas alertas. Por ello, los reguladores internacionales subrayan la obligacion de que operadores y lanzadores realicen desorbitados controlados para dirigir los objetos hacia zonas remotas del oceano.

La ESA calcula que solo la mitad de los cuerpos de cohetes reingresan de forma controlada, mientras que alrededor de 2.300 restos antiguos continuan en orbita sin posibilidad practica de ser conducidos de forma segura.

Aunque la probabilidad de que un avion sea alcanzado directamente por basura espacial sigue siendo baja, la dispersion de restos sobre zonas de intenso trafico aereo constituye un desafio creciente para la seguridad global, concluye MIT Technology Review.

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