El Parlamento ruso dio este martes un paso significativo en una reforma fiscal amplia destinada a aumentar los ingresos del Estado en el contexto de la guerra contra Ucrania. La Duma Estatal aprobo en segunda lectura un proyecto que eleva el IVA del 20% al 22%, una subida que el Gobierno presenta como necesaria para apuntalar unas finanzas publicas tensionadas por casi cuatro anos de conflicto y un gasto militar sin precedentes desde la disolucion de la URSS.
La norma aun requiere una tercera lectura y la aprobacion del Consejo de la Federacion antes de la firma presidencial. El Ejecutivo estima que el aumento del IVA generara alrededor de un billon de rublos adicionales (unos 12.300 millones de dolares). En la practica, el alza afectara a buena parte del consumo interno y se suma a otras medidas fiscales que elevan la presion sobre hogares y empresas.
El proyecto tambien reduce de forma significativa el umbral de facturacion a partir del cual las empresas deben cobrar el IVA: pasa de 60 millones de rublos al ano (aprox. 739.000 dolares) a 10 millones (unos 123.000 dolares). El Gobierno justifica la medida como un intento de frenar practicas de fragmentacion empresarial destinadas a eludir impuestos, aunque implicara que miles de pequenas y medianas empresas que hasta ahora estaban exentas queden sujetas al impuesto. Asociaciones empresariales han advertido que esto podria acelerar cierres, informalidad y despidos.
Las subidas fiscales llegan en un momento de desaceleracion economica. Tras dos anos de crecimiento impulsado en buena medida por el gasto militar, Rusia registro una contraccion a comienzos de 2025 y el Gobierno proyecta un avance de apenas alrededor del 1% para el ano. La politica monetaria es muy restrictiva, con tipos en el 16,5% -el nivel mas alto en mas de una decada-, mientras que la inflacion ronda el 8%, alimentada por compras estatales de armamento, escasez de mano de obra y sanciones occidentales.
El Kremlin no se limita al IVA. Entre los cambios previstos esta la eliminacion de la tasa reducida en la llamada “tarifa de reciclaje” para automoviles, lo que afectara sobre todo a coches importados de gama media y alta, un segmento que ha crecido tras la salida de marcas occidentales y la entrada de fabricantes chinos. Ademas, el Gobierno estudia subidas de impuestos sobre bebidas alcoholicas, cigarrillos, vapes y productos tecnologicos como telefonos moviles y portatiles.
Expertos fiscales citados por la agencia Interfax advierten que la combinacion de inflacion persistente, tipos altos y mayor presion tributaria podria minar la capacidad de consumo de los hogares, ya tensionada desde 2022. El Ejecutivo, por su parte, defiende que las medidas son necesarias para mantener la estabilidad macroeconomica y financiar lo que denomina “prioridades estrategicas”.
Paralelamente, los legisladores aprobaron el borrador del presupuesto estatal para 2026, que confirma la orientacion militar del gasto publico. El proyecto contempla 12,93 billones de rublos (unos 159.000 millones de dolares) en gasto estrictamente militar, y 16,84 billones (aprox. 207.000 millones) si se incluyen seguridad interna y fuerzas del orden. La partida de defensa supondria alrededor de un tercio del presupuesto nacional, una proporcion similar a la de los anos mas intensos de la Guerra Fria.
El Ejecutivo argumenta que ese nivel de gasto es indispensable para sostener las operaciones en Ucrania y reforzar capacidades ante lo que considera una confrontacion prolongada con Occidente. Economistas independientes, en cambio, alertan de que el crecimiento relativo del sector defensa desplaza recursos de areas civiles como educacion, sanidad e infraestructuras y puede consolidar un modelo economico militarizado de baja productividad.
A falta de la aprobacion definitiva, la nueva arquitectura fiscal supone un giro hacia mayor intervencion y recaudacion en un contexto de guerra prolongada. El Kremlin parece apostar por una estrategia de resistencia economica a largo plazo, confiando en acumular reservas, controlar el sistema financiero y ampliar alianzas comerciales con paises no occidentales para compensar los efectos de las sanciones y la caida de la inversion extranjera.
El impacto sobre la poblacion se ira percibiendo de forma gradual a medida que el aumento del IVA y otras subidas impositivas se apliquen de forma escalonada hasta 2028. En un pais donde los salarios reales aun no han recuperado niveles previos a la invasion, la cuestion central es cuanto margen tiene la sociedad rusa para absorber una mayor carga fiscal mientras la guerra continua sin un horizonte claro de resolucion.


