Funcionarios de seguridad occidentales dijeron al Wall Street Journal que Rusia ha intensificado una campana de sabotaje contra Estados Unidos y sus aliados, dirigida incluso a aviones de carga y de pasajeros. Investigadores identificaron dos dispositivos incendiarios enviados por la empresa DHL y disenados para provocar incendios a bordo como parte de una operacion encubierta atribuida a Rusia.
Los artefactos se activaron en julio en centros logisticos de DHL en Leipzig, Alemania, y en Birmingham, Inglaterra, lo que desencadeno una busqueda internacional para localizar a los responsables. Segun fuentes de la investigacion, los dispositivos eran masajeadores electricos modificados y contaban con una sustancia inflamable a base de magnesio.
La Fiscalia Nacional de Polonia informo que el objetivo del grupo tambien era probar las rutas de transferencia de esos paquetes, que podrian haber sido enviados posteriormente a Estados Unidos y Canada. En Polonia fueron detenidas cuatro personas acusadas de participar en operaciones de sabotaje o terrorismo en nombre de una agencia de inteligencia extranjera, y las autoridades buscan a otros dos sospechosos.
Pawel Szota, jefe de la agencia de inteligencia exterior de Polonia, responsabilizo directamente a espias rusos por los hechos y expreso incertidumbre sobre si los lideres politicos de Rusia comprendian las consecuencias que habria tenido una explosion con victimas masivas.
La trama se atribuye a la GRU, la agencia de inteligencia militar rusa. Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, nego las acusaciones en declaraciones al WSJ, calificandolas de insinuaciones sin fundamento.
Fuentes europeas sostienen que esta operacion forma parte de una campana de sabotaje mas amplia atribuida a Rusia, que incluiria incendios en Reino Unido y Republica Checa, ataques a tuberias y cables de datos en la region del Baltico y la manipulacion de suministros de agua en Suecia y Finlandia. En los ultimos meses, MI6 y MI5 advirtieron sobre la creciente temeridad de estas acciones.
En septiembre, Richard Moore, director del MI6, senalo que las agencias de espionaje rusas habian adoptado comportamientos “descontrolados”. Un mes despues, Ken McCallum, director del MI5, alerto sobre incendios y sabotajes cada vez mas peligrosos.
Aunque el plan para derribar aviones supone una escalada significativa, algunos funcionarios occidentales consultados por el WSJ expresaron dudas sobre si la mision contaba con la autorizacion explicita del Kremlin. Autoridades alemanas que probaron replicas de los dispositivos concluyeron que el magnesio arde con dificultad para extinguirse, lo que podria obligar a realizar aterrizajes de emergencia y poner en riesgo aeronaves sobre el oceano.
DHL confirmo que los artefactos incendiarios que se activaron en julio fueron transportados en aviones de carga y afirmo que coopera con las autoridades. La Administracion de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA) evito hacer comentarios publicos, aunque indico que se han implementado medidas de seguridad adicionales para los envios aereos. Thomas Haldenwang, jefe de seguridad interna de Alemania, califico de “coincidencia afortunada” que no hubiera heridos y advirtio que un avion podria haber sido consumido por las llamas.


