Los diputados franceses reiteraron su oposicion al acuerdo comercial entre la Union Europea y el Mercosur, a semanas de que se preven las votaciones decisivas en las instituciones europeas. La Asamblea Nacional aprobo una resolucion que pide al Ejecutivo rechazar el tratado negociado entre la Comision Europea y Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay a finales de 2024, segun informo EFE.
El acuerdo, pendiente de ratificacion, pretende liberalizar el comercio entre ambos bloques y reducir aranceles en sectores clave. Para entrar en vigor necesita la aprobacion del Consejo de la UE -por mayoria cualificada- y del Parlamento Europeo. Bruselas espera completar una primera fase del proceso en diciembre, aunque no hay un calendario cerrado para las votaciones finales.
La resolucion fue impulsada por La Francia Insumisa (LFI) y conto con el respaldo unanime de los grupos parlamentarios. Ese acuerdo refleja un consenso poco habitual en un Parlamento fragmentado y confirma que el rechazo al pacto ha unido a sectores de la izquierda, partes del centro y buena parte de la oposicion conservadora.
Ante los diputados, el ministro para Europa, Benjamin Haddad, afirmo que “el acuerdo tal como fue concluido en 2024 no es aceptable en su estado actual”, segun EFE. El Ejecutivo considera que los compromisos ambientales y sanitarios del Mercosur no alcanzan los estandares europeos y que las garantias adicionales no compensan los riesgos para la agricultura francesa.
Haddad senalo que la Comision Europea introdujo recientemente un refuerzo de las clausulas de salvaguardia, un mecanismo para reaccionar ante una posible desestabilizacion del mercado europeo. Definio ese cambio como un avance “util y necesario”, pero insistio en que la arquitectura regulatoria global sigue siendo insuficiente.
El Gobierno frances mantiene dos exigencias adicionales: la incorporacion de clausulas “espejo” que obliguen a los productores del Mercosur a cumplir estandares comparables a los europeos en aspectos ambientales, fitosanitarios y de bienestar animal; y el refuerzo de los controles sanitarios para garantizar la trazabilidad y la seguridad de los productos importados.
La principal preocupacion francesa es el sector agricola. El acuerdo facilitaria la entrada de carne, azucar, arroz y soja sudamericanos, bienes considerados mas competitivos por sus menores costes de produccion. Las organizaciones agrarias advierten que una apertura de esa magnitud podria reducir la rentabilidad de miles de explotaciones, especialmente en las zonas ganaderas.
La Comision Europea sostiene que las salvaguardias permitirian intervenir si se detecta presion excesiva sobre los precios o distorsiones del mercado. Tambien defiende que el pacto ampliaria las oportunidades de exportacion para sectores europeos como el automotriz, el vitivinicola y el de maquinaria industrial, cuyos productos tendrian mejor acceso al bloque sudamericano.
El debate frances se inscribe en un contexto mas amplio. Desde la firma politica del acuerdo en 2019, el texto ha sufrido retrasos por objeciones ambientales, tensiones diplomaticas y la resistencia de varios Estados miembros. Francia, Irlanda, Paises Bajos y Austria han expresado inquietudes sobre la deforestacion en la Amazonia, la proteccion del clima y la competencia para la agricultura europea.
En Bruselas, la aprobacion en el Parlamento Europeo se preve ajustada. Varios grupos han endurecido posiciones en un escenario marcado por protestas agricolas, demandas de mayor autonomia productiva y el impacto de la guerra en Ucrania sobre la politica comercial del bloque. Las proximas semanas seran decisivas para determinar si hay margen para renegociar partes del texto o si se desbloquea la votacion.
La postura de Francia aumenta la presion sobre las instituciones europeas y confirma que el acuerdo UE-Mercosur sigue atrapado entre ambiciones geopoliticas y resistencias sectoriales. El desenlace dependera de la capacidad de Bruselas para equilibrar exigencias ambientales y agricolas con su agenda comercial estrategica.
