El nuevo partido británico situado a la izquierda del Partido Laborista concluyó este domingo su congreso fundacional en Liverpool con dos acuerdos principales: conservará el nombre provisional “Your Party” (Tu Partido) y quedará dirigido por un órgano colegiado; ambas decisiones se tomaron tras consultar a la base militante.
El resultado se interpreta como una derrota para Jeremy Corbyn (76 años), exsecretario general del Partido Laborista que se separó de la formación el año pasado, y como una victoria para Zarah Sultana (32 años), también disidente laborista, que defendía un modelo de liderazgo más colectivo.
Además, la norma aprobada impide que parlamentarios electos formen parte de ese órgano colegiado, por lo que ni Corbyn ni Sultana podrán integrarlo.
La propuesta de liderazgo colegiado se impuso por un margen estrecho: obtuvo el respaldo del 51 % de los alrededor de 9.000 militantes que votaron, mientras que el resto se decantó por una dirección más tradicional, la opción apoyada por Corbyn.
Al concluir la votación, un portavoz del partido señaló que la decisión refleja un enfoque “de abajo hacia arriba” para hacer política.
Otra resolución aprobada permitirá la afiliación de miembros de otros partidos siempre que estos se ajusten a los valores de Your Party, una cuestión controvertida en la que de nuevo se impuso la posición defendida por Sultana.
Un parto tocado por la división interna
El nacimiento de Your Party —que podría presentar candidaturas en las elecciones locales de mayo y, a largo plazo, en las generales de 2029— llega marcado por profundas discrepancias entre Corbyn y Sultana, que en los días previos al congreso maniobraron activamente para imponer sus planteamientos.
El primer día del encuentro Sultana estuvo notablemente ausente y después denunció una “caza de brujas” contra algunos de sus aliados.
Aunque ambos se definen como socialistas y critican al Partido Laborista por aceptar planteamientos de la derecha, el programa de Sultana se considera más radical incluso en comparación con Corbyn. En su intervención defendió medidas como la abolición de la monarquía, la nacionalización de los sectores energético y del agua, y обвинó al primer ministro Keir Starmer de complicidad con Israel, proponiendo que se le investigue ante el Tribunal Penal Internacional.
Personas cercanas a Corbyn, citadas por The Guardian, advirtieron en privado que ese tipo de discursos pueden movilizar a la militancia más fiel, pero dificultar la captación de votantes desencantados con el laborismo si los aliados más izquierdistas de Sultana llegan a controlar la dirección del partido.
En su discurso, Sultana alertó sobre el riesgo de que el desánimo desemboque en un auge de la extrema derecha y describió posibles consecuencias para comunidades como la suya, en referencia a su origen y religión, así como un aumento de la pobreza junto al enriquecimiento de ejecutivos de fondos de inversión que, según ella, financian a varios partidos.
En tono más moderado, Corbyn cerró el congreso destacando que no existe un manual para crear un partido político, pero que el proceso ha sido largo y les ha servido para aprender.
(Con información de EFE)


