El enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, viajará a Moscú el lunes, según informó una fuente oficial, en medio de los esfuerzos estadounidenses para poner fin a la guerra de Rusia contra Ucrania.
La confirmación de la visita de Witkoff, que tiene previsto reunirse con el presidente Vladimir Putin el martes, se produce después de negociaciones celebradas el domingo entre altos funcionarios de la administración Trump y una delegación ucraniana en Florida.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, reconoció avances tras una sesión de negociación de cuatro horas con representantes ucranianos, centrada en definir las condiciones para terminar el conflicto con Rusia.
“Tuvimos otra sesión muy productiva, pero aún queda trabajo por hacer”, declaró Rubio ante la prensa al finalizar el encuentro. La reunión, celebrada en Hallandale Beach, se dedicó a revisar una propuesta base de 28 puntos y a discutir garantías de seguridad y prosperidad para Ucrania tras un posible alto el fuego.
El jefe negociador ucraniano, Rustem Umerov, destacó ante Rubio la importancia del respaldo estadounidense y expresó su agradecimiento por el apoyo concreto de Washington.
“Estados Unidos nos escucha, nos apoya y está trabajando junto a nosotros”, afirmó Umerov. El equipo ucraniano también incluyó al jefe de las Fuerzas Armadas, Andrii Hnatov, y al asesor presidencial Oleksandr Bevz.
Esta ronda de conversaciones se produce tras la dimisión de Andrii Yermak, antiguo jefe negociador y principal asesor de Volodimir Zelensky, quien renunció después de que su domicilio fuera registrado en una investigación por presunto desvío de fondos en el sector energético.
Rubio subrayó que las discusiones no persiguen únicamente detener la violencia, sino garantizar que Ucrania salga del conflicto con independencia y capacidad de desarrollo sostenible.
“No se trata solo de poner fin a la guerra, sino de condiciones que permitan que Ucrania sea soberana, segura y prospere realmente”, remarcó.
El plan inicialmente discutido contemplaba que Kiev cediera el control total del Donbás oriental a Rusia, imponerse límites al tamaño de las fuerzas armadas ucranianas y excluir a Ucrania de la OTAN.
Rubio insistió en que los negociadores están revisando esos puntos controvertidos y buscan un equilibrio entre las demandas rusas y las garantías de seguridad y reconstrucción exigidas por Ucrania.
El secretario adelantó que planeaban trabajar en los próximos días para concretar los detalles con la delegación de Vladimir Putin, quien recibirá a Witkoff y posiblemente a Kushner antes de viajar a la India el jueves.
En ese contexto, el presidente Zelensky se pronunció en sus redes sociales resaltando “la disposición positiva” de la delegación estadounidense y el enfoque “constructivo” mostrado en las últimas rondas.
“En los próximos días, es factible concretar los pasos para llegar a un fin digno del conflicto”, afirmó Zelensky en su mensaje nocturno del sábado.
Umerov señaló asimismo que el objetivo principal sigue siendo la resiliencia y el futuro de Ucrania, más allá del cese de hostilidades.
No obstante, la violencia continúa en el terreno. En la madrugada del domingo, ataques con drones y misiles rusos mataron al menos a tres personas en Kiev, mientras que un dron alcanzó un edificio residencial en Vyshhorod, al norte de la capital, causando un fallecido y casi veinte heridos.
Este fin de semana, Ucrania también afirmó haber atacado con éxito un terminal petrolero ruso en Novorossiysk, lo que motivó una advertencia diplomática de Kazajistán para que se detengan futuros ataques a instalaciones estratégicas.
Zelensky recalcó en su mensaje diario que Rusia lanza “cientos de drones y misiles cada semana contra la población civil”, por lo que pidió más defensas antiaéreas y la continuidad del esfuerzo diplomático.
“Necesitamos soluciones reales, fiables, que ayuden a terminar la guerra”, insistió.
La próxima etapa de las negociaciones incluirá contactos directos con Moscú y la revisión de cualquier nuevo borrador que se proponga, con el objetivo de hallar un equilibrio viable entre las concesiones territoriales exigidas por Rusia y las garantías internacionales de seguridad y soberanía reclamadas por Ucrania.


