La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió este lunes, al presentar su informe sobre la situación de los derechos humanos en Guatemala, sobre un profundo deterioro institucional en el país, caracterizado por la cooptación del sistema judicial y el uso generalizado de mecanismos de criminalización contra voces críticas.
La comisionada Andrea Pochak, relatora de la CIDH para Guatemala, señaló que el informe centra su análisis en el “debilitamiento de la institucionalidad democrática y la independencia judicial”. Según Pochak, Guatemala enfrenta “serias amenazas a la gobernabilidad y al Estado democrático de derecho”.
La relatora atribuyó estas amenazas al control de determinadas instituciones estatales por parte de redes de poder político y económico organizadas para preservar intereses privados y asegurar condiciones de impunidad.
El documento de la CIDH indica un “grave deterioro del sistema de justicia”, que no solo deja de cumplir su función de tutela judicial efectiva, sino que además se emplea para criminalizar a quienes exigen el ejercicio de sus derechos o la rendición de cuentas, explicó Pochak.
Expansión de la criminalización y uso selectivo del sistema penal
Inicialmente, esta estrategia se dirigió contra operadores de justicia y exfuncionarios de la extinta Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), pero luego se amplió a un amplio espectro social: comunidades indígenas, campesinos, periodistas, defensores de derechos humanos e incluso autoridades estatales. El informe concluye que la criminalización se ha consolidado como una práctica generalizada.
Pochak subrayó que el Ministerio Público (MP) ha sido cooptado y desmantelado para funcionar como un instrumento de persecución selectiva, y puso como ejemplo el uso de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) para blindar el statu quo y perseguir a quienes lo cuestionan.
Entre los hallazgos destacados, la CIDH detectó connivencia entre los poderes Legislativo y Judicial, una profundización de la impunidad y la obstaculización de los procesos de justicia transicional vinculados al conflicto armado interno.
El informe también aborda los desafíos persistentes en materia de pobreza y desigualdad, con especial énfasis en las condiciones adversas que enfrentan los pueblos indígenas en el ejercicio de sus derechos territoriales, situación que ha dado lugar a desalojos forzosos y a la criminalización de sus demandas.
Recomendaciones urgentes
Frente a este panorama, la Comisión presentó 43 recomendaciones al Estado de Guatemala. Entre ellas destaca la adopción de reformas estructurales para garantizar la independencia judicial, detener el uso indebido del sistema penal y revisar de manera exhaustiva el funcionamiento del Ministerio Público.
“Para la Comisión Interamericana es urgente restablecer la institucionalidad derivada de los acuerdos de paz”, enfatizó Pochak.
El informe fue elaborado con una metodología estricta que incluyó una visita in situ, el análisis de audiencias públicas y más de 48 reuniones con representantes de los tres poderes del Estado y de la sociedad civil.
(Con información de EFE)


