El enviado estadounidense Steve Witkoff y el presidente ruso Vladimir Putin tienen prevista una reunión el martes en Moscú para tratar la propuesta del gobierno de Donald Trump destinada a poner fin a la guerra en Ucrania. La iniciativa, en su versión preliminar, genera inquietud en Kiev y en países europeos. El encuentro se produce en medio de nuevas gestiones diplomáticas de Estados Unidos y de presiones internas y externas sobre el presidente ucraniano Volodimir Zelensky.
La cita se confirmó después de que Washington mostrara confianza en un plan cuyo contenido fue negociado en parte durante conversaciones en Florida con delegados ucranianos. “Creo que la administración se siente muy optimista”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. Aunque los detalles del documento revisado no se han divulgado, la versión inicial incluía medidas como la retirada de tropas ucranianas de sectores del Donetsk aún bajo control de Kiev y el reconocimiento por parte de Estados Unidos de Donetsk, Lugansk y Crimea como territorios de Rusia.
La presión internacional aumenta mientras Zelensky busca respaldo europeo. El mandatario viajó a Irlanda para recibir un informe presencial del negociador ucraniano Rustem Umerov, tras una reunión previa en París con Emmanuel Macron. En Dublín fue recibido por el primer ministro Micheál Martin, quien reiteró el apoyo a Ucrania en la defensa de su libertad y su democracia.
Umerov consideró “significativo” el avance logrado en las conversaciones de Florida, aunque admitió que persisten desacuerdos en asuntos complejos. La situación diplomática se ve además afectada por problemas internos en Kiev, exacerbados por un escándalo de corrupción que derivó en la destitución del jefe de gabinete y principal negociador, Andriy Yermak.
Tras su paso por París, Zelensky explicó que su país espera contactos clave con la administración estadounidense. “Estamos esperando una conversación con el presidente de Estados Unidos sobre asuntos que resultan bastante desafiantes”, afirmó, y alertó sobre un aumento de los ataques rusos.
Según el presidente ucraniano, “Rusia incrementa los lanzamientos de misiles y drones para quebrar la voluntad de los ucranianos. Esto representa una presión seria, no solo psicológica, sino también física sobre nuestra población”.
Macron señaló que el momento podría ser decisivo para el futuro de la paz en Ucrania y la seguridad en Europa, y subrayó que ningún acuerdo territorial puede cerrarse sin la aprobación final del presidente Zelensky. “No existe un plan finalizado sobre las cuestiones territoriales, estrictamente hablando. Solo puede finalizarlo el presidente Zelensky”, afirmó.
Zelensky insistió en que Moscú no debe recibir concesiones que puedan interpretarse como un premio por la ofensiva: “El agresor debe pagar por la agresión”. Tanto él como Macron mantuvieron conversaciones telefónicas con Witkoff y Umerov durante la negociación en Florida, según el Elíseo, y el diálogo incluyó a otros líderes europeos, entre ellos el primer ministro británico Keir Starmer. La presidencia francesa informó además de una conversación posterior entre Macron y Trump para coordinar los siguientes pasos en la mediación.
La Unión Europea expresó preocupación por el encuentro entre Putin y Witkoff. La alta representante para la Política Exterior, Kaja Kallas, advirtió que teme que toda la presión recaiga sobre la parte más débil, lo que facilitaría el fin del conflicto mediante la rendición de Ucrania.
Macron celebró las nuevas sanciones energéticas impuestas por Estados Unidos a Rusia y las calificó como “un cambio de juego”, indicando que en las próximas semanas espera que la presión sobre el sector energético ruso sea “la más alta desde el comienzo de la guerra”.
El impulso diplomático se produce en un contexto de avances militares rusos. Un análisis de la base de datos del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) señaló que el mes pasado Rusia logró su avance más amplio desde noviembre de 2024; para finales de noviembre, las tropas rusas controlaban total o parcialmente un 19,3% del territorio ucraniano, según esa revisión.
(Con información de AFP)


