Las tensiones entre Lituania y Bielorrusia se han agravado después de que globos procedentes de Bielorrusia obligaran a cerrar en varias ocasiones el aeropuerto principal de Vilna en las últimas semanas, dejando a miles de pasajeros afectados.
Aunque esos globos se emplean para introducir contrabando de cigarrillos en Lituania, las autoridades de Vilna consideran que la cantidad y las rutas de los artefactos responden a una campaña deliberada de perturbación atribuida a Bielorrusia, aliado cercano de Rusia, en un contexto de alta vigilancia en Europa tras un aumento de intrusiones de drones en espacio aéreo de la OTAN y con la guerra en Ucrania acercándose a su cuarto año.
“Un ataque híbrido cínico”
En el episodio más reciente, las operaciones en el aeropuerto de Vilna estuvieron suspendidas durante 11 horas la noche del sábado. Las autoridades lituanas informaron que al menos 60 globos fueron lanzados desde un bosque en Bielorrusia y que 40 de ellos penetraron en zonas críticas para la seguridad aérea, lo que lo sitúa entre los incidentes más graves registrados. Los reguladores indicaron que los lanzamientos parecían programados a intervalos regulares y dirigidos hacia las pistas.
“Esto es un cínico ataque híbrido contra nuestra economía, la seguridad de la aviación y toda la nación”, afirmó Taurimas Valys, viceministro de Asuntos Exteriores de Lituania.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, había declarado anteriormente que Bielorrusia se disculparía si se confirmaba su implicación.
El lunes, Minsk acusó a Lituania de haber enviado supuestamente un dron a su espacio aéreo con fines de espionaje y para transportar “materiales extremistas”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores bielorruso convocó al encargado de negocios de Lituania, Erikas Vilkanecas, y exigió explicaciones y una investigación sobre el incidente.
“La República de Bielorrusia se reserva el derecho de tomar todas las medidas necesarias para proteger su soberanía y seguridad, en función de la situación actual”, dijo el ministerio en un comunicado.
La primera ministra lituana, Inga Ruginienė, dijo el martes que no disponía de información que indicara la participación de Lituania en ese episodio, según la agencia BNS.
Altas tensiones
En octubre, Lituania llegó a cerrar su frontera con Bielorrusia tras las sucesivas interrupciones en el aeropuerto de Vilna causadas por globos.
En represalia, Minsk impidió la salida de más de 1.000 camiones de carga lituanos; esos vehículos permanecieron en Bielorrusia hasta que, bajo la presión de empresas logísticas, el gobierno lituano reabrió la frontera en menos de tres semanas.
Desde entonces, las autoridades lituanas han detectado un aumento en el número de globos que llegan al país.
“Si es necesario, cerraremos la frontera, pero entiendan que debemos coordinar cada acción con nuestros socios estratégicos”, declaró Ruginienė el martes.
Un intento de solución
Para hacer frente a las perturbaciones, las autoridades lituanas ofrecieron un millón de euros en ayudas a proyectos que contribuyan a la protección del espacio aéreo.
IT Logika, uno de los beneficiarios, planea crear un Sistema Inteligente de Seguridad del Espacio Aéreo (IOEAS) para detectar e identificar objetivos a cualquier hora y desarrollar un láser de alta potencia capaz de neutralizar varios globos en vuelo. La predicción y el reconocimiento de trayectorias se apoyarán en algoritmos de inteligencia artificial, y la información en tiempo real llegará desde estaciones base de drones, radares y otros sensores distribuidos.
Otras medidas previstas incluyen el endurecimiento de las sanciones contra actividades vinculadas al contrabando de cigarrillos y ajustes en los horarios de los vuelos.
“Estamos valorando la posibilidad de trasladar vuelos nocturnos a otros aeropuertos como Kaunas. Ahora nos centramos en cómo ayudar realmente a las personas y a las empresas”, declaró Ignas Algirdas Dobrovolskas, asesor del primer ministro.
(con información de AP)


