La irrupción de Tomás Holder en la televisión como participante de Gran Hermano también puso en foco a su madre. Se trata de Gisela Gordillo, una rosarina activa en redes sociales que ganó visibilidad tras la exposición de su hijo.
En una entrevista en el programa de streaming local Abitare Ok, Gisela expuso una teoría sobre el comportamiento de los trabajadores de la construcción. Su hipótesis intenta explicar por qué algunos obreros se abstendrían de piropear o proferir insultos a las mujeres que pasan frente a las obras.
La charla tuvo lugar en el ciclo “Perras y perritas”, donde se hablaba de la sensación de acoso que pueden experimentar las mujeres al transitar frente a una obra. Gisela señaló que, según su versión, en muchas obras figura un número de teléfono de los contratistas para presentar quejas; al reportar conductas inapropiadas, los trabajadores serían despedidos, por lo que se cuidan de actuar de forma grosera.


