1 de diciembre de 2025
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Especies invasoras y el futuro de Rapa Nui

La deforestacion de Rapa Nui (Isla de Pascua) se atribuyo durante mucho tiempo a la sobreexplotacion humana, pero un estudio reciente de los investigadores Terry Hunt (Universidad de Arizona) y Carl Lipo (Universidad de Birmingham) cuestiona esa interpretacion clasica.

Los autores identifican a las ratas polinesias (Rattus exulans) como un factor central en la desaparicion de los bosques de palma de la isla. Segun su analisis, la introduccion de estos roedores tuvo un impacto mucho mayor del que se pensaba, porque consumieron la mayor parte de las semillas de palma y, junto con actividades humanas, precipitaron la transformacion ecologica de Rapa Nui.

Publicado en 2025 en el Journal of Archaeological Sciences, el estudio estima que la llegada de apenas un par de ratas pudo desencadenar un crecimiento poblacional explosivo, llegando hasta 11,2 millones de individuos en 47 anos. Ese aumento masivo produjo la destruccion del 95% de las semillas de la palma Paschalococos disperta, lo que impidio la regeneracion de los bosques originales.

Lipo senalo que las semillas de la palma, al ser grandes y ricas en nutrientes, ofrecian una recompensa energetica considerable para las ratas, que lograban roer sus cascaras gruesas. “Las nueces de palma resultaron altamente vulnerables por varias razones… Para las ratas, cada nuez de palma significa una recompensa energetica sustancial que justifica el esfuerzo de atravesar la cascara”, explico el investigador.

El modelo ecologico desarrollado por Hunt y Lipo muestra que la estrategia reproductiva de la palma -producir pocas semillas pero muy nutritivas por arbol- la hizo especialmente susceptible a la depredacion sostenida por una especie invasora capaz de alcanzar densidades poblacionales extremas.

El estudio, basado tambien en restos de ratas recuperados en excavaciones en Anakena entre 1986 y 2005, detecto un patron de “boom-bust”: tras un rapido crecimiento poblacional, la poblacion de ratas colapso en un 93% cuando se agotaron los recursos alimentarios, es decir, las semillas de palma. Este resultado contrasta con la hipotesis previa que atribuia la disminucion de ratas a la presion humana directa, como la caza, en ausencia de otras causas.

Hunt y Lipo compararon el caso de Rapa Nui con otras islas del Pacifico. En O’ahu (Hawai) la llegada de ratas precedio al colapso de palmas del genero Pritchardia, incluso antes de la presencia humana extensa; por el contrario, en Nihoa y Huelo, donde no se introdujeron ratas pese a siglos de actividad humana y uso del fuego, las palmas sobrevivieron. Estos ejemplos refuerzan la idea de que las ratas polinesias jugaron un papel decisivo en la deforestacion de Rapa Nui.

Los investigadores tambien reconocen la responsabilidad humana. Hunt senalo que “las ratas alcanzaron cada rincon de la isla en pocas decadas tras la llegada humana, devoraron semillas de palma e impidieron que la siguiente generacion de arboles brotara. Las personas despejaron tierras para jardines cerca de la costa, pero las ratas aumentaron en numero y se expandieron por toda la isla”. Ademas, el uso del fuego para convertir zonas en tierras agricolas acelero la perdida de vegetacion y potencio el impacto de los roedores.

Esta revision de la historia ambiental de Rapa Nui cuestiona la nocion de “ecocidio” -la idea de un colapso social causado exclusivamente por la degradacion ambiental causada por sus habitantes- y propone una vision mas compleja en la que interactuan factores humanos y no humanos.

Segun Hunt, el estudio reformula el relato tradicional: “Nuestro trabajo revisa de forma radical el ‘ecocidio’ y lo convierte en la historia de una especie invasora en una isla aislada. Pero los impactos se intensificaron por las acciones de las personas que usaron fuego para limpiar la tierra”. Su modelo incluso sugiere que, sin accion humana, las ratas por si solas podrian haber llevado a la extincion de las palmas, aunque en un ritmo distinto.

Las conclusiones invitan a reconsiderar el papel de especies invasoras en la transformacion de ecosistemas insulares y a evaluar criticamente la interaccion entre factores humanos y biologicos. Para la arqueologia ambiental, esto implica analizar de forma conjunta los efectos de invasores y personas y anticipar resultados que no serian evidentes si se consideran por separado.

El caso de Rapa Nui ejemplifica la magnitud de los cambios que pueden provocar especies invasoras y subraya un desafio que sigue vigente en muchas islas y ecosistemas del mundo.

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