1 de diciembre de 2025
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Abusos y torturas a menores en centro juvenil britanico

Un informe oficial ha revelado uno de los episodios mas graves en la historia de los centros de detencion juvenil del Reino Unido: durante casi tres decadas en el centro de detencion Medomsley, en County Durham, mas de 2.000 jovenes sufrieron abusos sexuales y fisicos sistematicos.

La investigacion, publicada en noviembre de 2025, senala a Neville Husband, exjefe de cocina del centro, como el principal responsable de estos delitos, cometidos con la participacion de otros empleados y la permisividad de autoridades penitenciarias y policiales.

Violencia institucionalizada y encubrimiento

El informe, elaborado por el Prisons Ombudsman Adrian Usher en el marco de la operacion Deerness, documenta que entre 1961 y 1987 Medomsley fue escenario de violencia institucional. Hasta agosto de 2025, el Gobierno britanico habia recibido 2.831 denuncias por abusos sexuales y fisicos, segun informaciones publicas.

De las 549 denuncias por abuso sexual, 388 acusan de forma directa a Husband como agresor principal. El informe describe su comportamiento como extraordinariamente reiterado y grave dentro del contexto criminal britanico.

Segun la investigacion, Husband imponia un control total sobre internos de entre 17 y 21 anos, a quienes seleccionaba por edad, tamano o antecedentes. Aprovechaba su posicion para aislar a las victimas en la cocina, en su oficina o en los almacenes, donde cometia los abusos.

El documento detalla que Husband recurria a amenazas, violencia y manipulacion psicologica para someter a los jovenes, llegando a advertirles que podrian “desaparecer” si denunciaban. Su autoridad sobre la distribucion de alimentos le permitia castigar o recompensar a internos, lo que reforzaba su dominio y generaba un clima de miedo constante.

Complicidad interna y red de encubrimiento

La investigacion recoge que Husband no actuo en solitario. Leslie Johnston, almacenista del centro, figura en treinta y tres denuncias por abuso sexual, algunas en complicidad con Husband. Tambien se senalan otros empleados, incluidos guardias nocturnos.

Testimonios citados en el informe mencionan la posible implicacion de un magistrado y de un agente de policia local en algunos abusos. Estas acusaciones se basan en los relatos de las victimas y no en condenas judiciales, pero ilustran la amplitud del encubrimiento. La cultura de silencio y la falta de supervision permitieron que los delitos se prolongaran durante anos. Usher concluye que “la falta de liderazgo y supervision permitio que Medomsley operara al margen de la ley”.

El informe senala que el encubrimiento institucional fue un factor clave en la impunidad de los responsables. Mientras los abusos continuaban, Husband llego a recibir la Imperial Service Medal por su trabajo en el sistema penitenciario y fue aceptado como ministro en una iglesia. Aunque algunos empleados bromeaban sobre las victimas, apodandolas como sus “esposas”, no se adoptaron medidas eficaces para detener los crimenes.

En una ocasion, tras descubrirse objetos sexuales y pornografia en la cocina, Husband logro que esa area quedara exenta de futuras inspecciones. Tras su etapa en Medomsley, continuo en otros centros juveniles y en la iglesia, donde existen sospechas de nuevos abusos.

Consecuencias y reaccion publica

Las secuelas para las victimas han sido profundas y duraderas. Muchos de los afectados, hoy en sus sesenta y setenta anos, describen vidas marcadas por la desconfianza, dificultades en las relaciones personales y un temor permanente. Uno de los supervivientes afirmo que el abuso “arruino” su vida; otro, identificado como Witness D, relato agresiones fisicas y sexuales acompanadas de amenazas de muerte. El informe tambien recoge que algunos internos fueron obligados a agredir a otros y que la restriccion de visitas y la censura de la correspondencia dificultaron cualquier intento de denuncia.

La publicacion del informe provoco reacciones inmediatas. Jake Richards, ministro de Justicia Juvenil, declaro que es necesario “asegurarse de que nada asi vuelva a ocurrir”. El Gobierno anuncio la creacion de un panel de salvaguarda para revisar la proteccion de menores en custodia y garantizar que las denuncias se reciban y gestionen adecuadamente.

Organizaciones como Prison Reform Trust y Howard League for Penal Reform han pedido mayor transparencia y una vigilancia sostenida en centros cerrados, advirtiendo que los mecanismos de denuncia para menores apenas han cambiado desde la epoca de Medomsley.

Medomsley, abierto en 1961 en un antiguo orfanato, formaba parte de una red de centros juveniles que aplicaban un modelo disciplinario estricto y politicas centradas mas en el castigo que en la rehabilitacion. Estas practicas, respaldadas por distintas administraciones, facilitaron un entorno propicio para la violencia y el abuso.

El informe subraya que, aunque no evalua la situacion actual de todos los centros, los riesgos persisten y es necesaria una supervision continua. Investigaciones recientes en otros centros juveniles britanicos han identificado fallos en la proteccion de menores, lo que refuerza la urgencia de reformas para evitar que se repitan abusos similares.

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