Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atribuyeron directamente a Hezbollah el asesinato de Elias al-Hasrouni, un politico cristiano libanes, y senalaron que el grupo habria planificado y ejecutado el crimen en agosto de 2023.
La afirmacion fue difundida por el portavoz en arabe de las FDI, el coronel Avichay Adraee, y ofrece una version distinta a la inicialmente difundida, que lo presento como un accidente de trafico.
Al-Hasrouni, de 72 anos, era dirigente de las Fuerzas Libanesas, el principal partido cristiano del pais liderado por Samir Geagea.
Su cuerpo fue encontrado el 2 de agosto de 2023 en Ain Ebel, una localidad mayoritariamente cristiana del sur del Libano, situada junto a poblaciones chiitas donde Hezbollah tiene una presencia significativa. Los primeros informes de la prensa libanesa senalaron que la causa de la muerte habria sido un accidente automovilistico.
No obstante, en los dias siguientes, autoridades locales y miembros del partido de al-Hasrouni afirmaron que el politico habia sido secuestrado por varias personas, trasladado a otro lugar y golpeado hasta morir, una version que contradecia la hipotesis inicial.
Segun la version de las FDI, divulgada por Adraee en la red social X, al-Hasrouni -conocido por su postura critica hacia Hezbollah- habria sido victima de una operacion atribuida a la Unidad 121, el grupo de operaciones especiales que, segun Israel, forma parte de la organizacion chiita.
Adraee afirmo que “en la noche del primero de agosto de 2023” miembros de la Unidad 121 tendieron una emboscada a al-Hasrouni en una carretera cercana a su domicilio en Ain Ebel, lo secuestraron y lo mataron, indicando que fue mediante envenenamiento y fractura de costillas.
Posteriormente, segun el comunicado de las FDI, los responsables habrian intentado simular un accidente: devolvieron el cuerpo a su vehiculo, lo hicieron chocar contra un arbol y lo dejaron en una zanja junto a la carretera.
Adraee describio a la Unidad 121 como el aparato de vigilancia y operaciones especiales de Hezbollah, responsable -segun el- de asesinatos selectivos contra periodistas, oficiales, politicos y otras figuras libanesas que se oponen a la organizacion.
El portavoz de las FDI subrayo que, pese a los reveses sufridos por Hezbollah durante la guerra, la organizacion continuaria intentando desestabilizar el pais y recuperar influencia mediante la Unidad 121 y otros mecanismos, y afirmo que el pueblo libanes comprende la necesidad de eliminar lo que califico como un “brazo irani” que ha arrastrado al pais a conflictos, espia a la poblacion y asesina a sus opositores.
La acusacion de las FDI introduce un nuevo elemento en la investigacion sobre la muerte de al-Hasrouni y refuerza las tensiones entre las comunidades cristiana y chiita en el sur del Libano, ademas de intensificar la rivalidad entre Israel y Hezbollah.


