En la investigacion criminal ha empezado a cobrar interes una fuente poco habitual: los musgos forenses. Antes pasados por alto en muchas escenas del crimen, estos organismos simples han atraido la atencion de cientificos y cuerpos de seguridad a raiz de la primera revision cientifica centrada en su aplicacion en forense.
Segun Popular Science, los musgos pueden ofrecer pistas relevantes sobre personas, lugares y circunstancias relacionadas con delitos.
El botanico Matt von Konrat y su equipo del Field Museum de Chicago lideraron esa revision, publicada en 2025. Tras repasar 150 anos de literatura cientifica, evaluaron como los briofitos -los musgos- han sido utilizados en investigaciones policiales.
“Me pregunte por que no revisabamos como se han utilizado los briofitos en la ciencia forense. Asi que revisamos siglo y medio de literatura cientifica para ver como estas plantas han sido empleadas en investigaciones”, explico von Konrat a Popular Science. El estudio revelo que, hasta ahora, los musgos aparecen documentados en solo 11 casos relacionados con muertes no resueltas.
Casos emblematicos: de Australia a Michigan
Para valorar el posible aporte de los musgos como evidencia botanica hay que conocer su biologia: son plantas muy antiguas y de estructura sencilla, con una gran capacidad de resistencia. No producen semillas tradicionales ni presentan raices, tallos y hojas como las plantas vasculares; absorben agua y nutrientes directamente del entorno, lo que les permite sobrevivir en condiciones adversas.
En suelos sombrios, humedos o saturados, donde otras especies no prosperan, los musgos colonizan microhabitats que suelen pasar desapercibidos. Esa capacidad hace que actuen como testigos silenciosos de cambios ambientales y, potencialmente, como fuentes de informacion forense.
La revision de von Konrat y su equipo, citada por Popular Science, detecto muy pocos ejemplos de uso forense de musgos entre 1929 y 2015.
El primer caso documentado data de Australia en 1929, cuando el crecimiento de musgo sobre un esqueleto se utilizo para estimar el tiempo transcurrido desde la muerte. El registro mas reciente, en 2015, mostro que muestras de briofitos ayudaron a reconstruir el escenario de un suicidio aportando datos sobre el entorno y las condiciones del fallecimiento.
Un ejemplo significativo tuvo lugar en Michigan en 2011. Un hombre confeso haber matado a su hija y senalo una zona amplia en el norte del estado donde supuestamente habia ocultado el cuerpo.
El equipo de von Konrat analizo fragmentos microscopicos de material vegetal hallados en el calzado del acusado. “En esa region conviven cientos de especies de musgos y numerosas especies de pastos y arboles”, explico el botanico a Popular Science. “Pero gracias a los fragmentos de musgo supimos que tipo de microhabitat buscar”.
Esos indicios permitieron reducir el area de busqueda, que inicialmente abarcaba siete condados, hasta un espacio de apenas unos cinco metros cuadrados. Al visitar el lugar con el sospechoso, este confirmo que alli habia enterrado a su hija.
Desafios y futuro para los musgos forenses
A pesar de estos ejemplos, el empleo de musgos como evidencia forense sigue siendo excepcional. Von Konrat y su equipo esperan que la revision incentive a patologos forenses y fuerzas de seguridad a integrar los briofitos entre las fuentes de informacion en investigaciones futuras.
Los expertos sostienen que los musgos y otras plantas constituyen una fuente potente y poco explorada, con un gran potencial para vincular personas, lugares y hechos en la resolucion de crimenes.


