Unas 340 librerias cerraron en Rusia en los ultimos dos anos por la combinacion del crecimiento del comercio electronico y una mayor presion politica del Kremlin, que somete a estos comercios a inspecciones y sanciones bajo nuevas normas de censura, informaron medios rusos.
Entre 2024 y 2025 se registraron 338 cierres en ciudades rusas de mas de 100.000 habitantes, una caida del 11,3% que dejo el total nacional en 2.247 establecimientos, segun la Asociacion de Distribuidores de Libros citada por Vedomosti. Aunque en ese periodo se abrieron 135 nuevas librerias, la tendencia representa un retroceso significativo en un pais que historicamente se destacaba por sus altos indices de lectura.
Moscu sufrio el mayor numero de cierres, con 51 establecimientos menos, y quedo con solo 185 librerias. La capital ocupa ahora el penultimo lugar entre las 16 ciudades rusas con mas de un millon de habitantes en cuanto a densidad de librerias, con una por cada 71.753 habitantes. En contraste, Kazan lidera la lista con una libreria por cada 25.091 residentes.
La caida en Moscu se explica en buena parte por el cierre de la cadena Knizhny Labirint (Laberinto de Libros), que operaba 32 locales en la capital.
Una responsable de Biblio-Globus en Moscu indico que la principal dificultad para las librerias es la competencia de los comercios online, que se han convertido en el canal dominante para la venta de libros impresos. Entre enero y agosto de 2025, el 57,8% de las ventas -65.900 millones de rublos (818,47 millones de dolares)- se realizo a traves de grandes plataformas en linea, mientras que las librerias fisicas acapararon el 27% de las ventas, alrededor de 30.700 millones de rublos.
Represion politica
Ademas, la presion politica agrava la crisis del sector. Las librerias independientes son objeto de inspecciones y registros constantes por parte de las autoridades debido a nuevas leyes de censura, segun el medio independiente Meduza.
Para evitar multas o procesos, las librerias deben retirar titulos considerados “indeseables” -por ejemplo, por “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales y reasignacion de genero”- y etiquetar los libros de autores incluidos en la lista de “agentes extranjeros”, a quienes se restringe la actividad politica, educativa y divulgativa.
Numerosos escritores, entre ellos el novelista Dmitry Glukhovsky, aparecen en la lista de agentes extranjeros, que incluye a cientos de personas y organizaciones acusadas por las autoridades de realizar actividades subversivas con apoyo externo. La designacion precede a la guerra en Ucrania y se ha aplicado ampliamente contra activistas, politicos, periodistas, ONG y otros criticos del poder.
La presion se intensifico con una ley que entro en vigor en septiembre y obliga a las librerias a rotular todos los libros de “agentes extranjeros” con advertencias. En una libreria de San Petersburgo, el personal dedica entre tres y cuatro turnos mensuales a colocar etiquetas y envolver estos titulos en plastico transparente.
“Resulta que ahora tenemos que hacer un seguimiento no solo de las leyes relativas a los materiales impresos”, dijo Elena Neshcheret, gerente de la libreria Vo Ves Golos en San Petersburgo, a Reuters en septiembre. “Tenemos que seguir, por asi decirlo, todas las leyes en el ambito cultural y algunas relativas al comercio. Y todo esto se ha complicado terriblemente”.
En agosto, la cadena Biblio-Globus aplico descuentos de hasta el 50% en titulos en ingles de autores declarados “agentes extranjeros” como medida preventiva antes de la entrada en vigor de la nueva normativa.
A lo largo de 2025, las autoridades lanzaron varias operaciones contra librerias por vender obras consideradas “extremistas o indeseables”, imponiendo multas, declarando a personas como “agentes extranjeros” e incluso deteniendo a empleados.
La Union Rusa del Libro, organo del sector, advirtio que los libros de agentes extranjeros representan un riesgo elevado para los libreros y que pueden dar lugar a inspecciones no programadas por parte de las autoridades.
Glukhovsky, condenado en ausencia en 2023 a ocho anos de prision por difundir informacion falsa sobre las fuerzas armadas rusas, declaro a Reuters que estas medidas forman parte de una campana gradual de las autoridades para silenciar la disidencia.
“El objetivo es aislar del ambito publico y de los medios a todas las personas que critican la guerra, a Vladimir Putin o las politicas del Gobierno, y convertirlas en parias”, afirmo el autor, que abandono Rusia antes del conflicto.
(Con informacion de EFE y Reuters)


