El Gobierno de Polonia ha solicitado formalmente a Bielorrusia la extradicion de dos ciudadanos ucranianos acusados de cometer “crimenes terroristas” en su territorio, tras una serie de sabotajes ferroviarios atribuidos a la injerencia rusa. El anuncio lo hizo Maciej Wewior, portavoz del Ministerio de Exteriores polaco, quien informo de la entrega de una nota diplomatica al encargado de negocios bielorruso en Varsovia. En esa comunicacion se describen dos actos de sabotaje ocurridos los dias 15 y 17 de noviembre en la ruta Varsovia-Lublin, un corredor estrategico para el envio de ayuda internacional a Ucrania.
Segun Donald Tusk, primer ministro polaco, ambos sospechosos ya han sido identificados: uno fue condenado en mayo por sabotaje en un juicio en ausencia ante un tribunal de Leopolis, y el otro es un residente del Donbas. Las autoridades senalan que los dos entraron en Polonia desde Bielorrusia en otono y, tras perpetrar los ataques, cruzaron la frontera hacia Ucrania por el paso de Terespol. Tusk indico que los servicios de seguridad disponen de imagenes y de datos completos sobre los implicados, pero no revelo sus nombres por las investigaciones en curso.
Los actos de sabotaje confirmados el 17 de noviembre incluyeron la explosion de un artefacto de uso militar con explosivos C4 y su detonacion a distancia mediante un cable de 300 metros, asi como un intento de descarrilar un tren utilizando una abrazadera de acero. Ademas se detectaron danos en el sistema electrico y herramientas presuntamente empleadas por los responsables. Tusk afirmo que “el objetivo era provocar una catastrofe ferroviaria”.
En una comparecencia parlamentaria, Tomasz Siemoniak, ministro de Servicios Especiales, destaco la cantidad de informacion recabada y califico la investigacion de “sin precedentes” para los servicios de inteligencia polacos. Ese mismo dia, Czeslaw Mroczek, viceministro del Interior, explico que los responsables fueron identificados en pocas horas y que continuan las detenciones tras los incidentes, sin precisar el numero exacto de arrestados ni su vinculacion directa con los sabotajes.
La respuesta del Ejecutivo polaco incluye la activacion del nivel CHARLIE de alerta antiterrorista -el segundo de cuatro- en determinadas lineas ferroviarias. Entre las medidas adoptadas figuran vigilancia 24 horas en pasos a nivel, tuneles y puentes, control especial de accesos y el refuerzo del armamento de los equipos encargados de proteger infraestructuras criticas.
Desde enero de 2024, Polonia ha registrado al menos 55 detenciones por sabotaje, de las que 23 han derivado en penas de prision efectiva, segun datos aportados por Tusk. El primer ministro responsabilizo a Rusia de coordinar los ultimos hechos, senalando que “en todos los casos relacionados con sabotajes y actos de espionaje (en Polonia) se ha detectado una conexion con los servicios rusos”. Anadio que la intencion no es solo causar dano directo, sino tambien generar desorganizacion, panico y sentimientos antiucranianos en el pais.
En rueda de prensa, Tomasz Siemoniak vinculo estos incidentes a intentos de desestabilizar a los Estados que apoyan a Ucrania y describio los ataques como realizados “por encargo de servicios extranjeros”. Por su parte, Waldemar Zurek, ministro de Justicia y fiscal general, los califico como parte de la “guerra hibrida” entre Polonia y Rusia.
La Fiscalia Nacional polaca ha creado un equipo especial de fiscales, apoyado por la Agencia de Seguridad Interior (ABW), que trabaja en la recoleccion y el analisis de pruebas, incluidas imagenes de videovigilancia. Zurek aseguro que los responsables “seran perseguidos implacablemente” y subrayo que los delitos que provoquen catastrofes en transportes publicos pueden conllevar penas de hasta cadena perpetua.
