Morir en la arena, la ultima novela del cubano Leonardo Padura (La Habana, 1955), presenta una Cuba afectada por cortes de electricidad, inflacion y otras carencias. Para el autor, estos problemas no se resuelven con soluciones superficiales: hacen falta cambios profundos en la economia, no “tiritas” que solo parchean la realidad.
En la obra uno de los narradores afirma que no se vislumbra una salida y por eso tanta gente ha emigrado y seguira haciendolo. Padura coincide en que la solucion pasa por una “cirugia profunda” economica que inevitablemente traeria transformaciones sociales y politicas; hasta que eso no ocurra, dice, no se veran cambios significativos en la vida cotidiana.
El escritor, que presento la novela en Panama, recuerda que economistas describen la situacion cubana como una “multicrisis”. Ese deterioro hace que en algunos aspectos la isla se asemeje a Haiti, no tanto por la violencia sino por el “panorama callejero”: un comercio informal cada vez mas desorganizado y en muchos casos desesperado.
Criticar y seguir viviendo en Cuba
Padura, galardonado con el Princesa de Asturias en 2015, habla con franqueza sobre la realidad cubana desde La Habana, mientras que otras voces criticas han sufrido carcel o exilio.
Respecto a la libertad de expresion, reconoce que no existe en la medida deseable, pero afirma que aprovecha al maximo la libertad que necesita para expresarse. Tambien vincula esa situacion con la paralizacion de la industria editorial en la isla, parte de la “policrisis”, que limita la circulacion de libros.
Desde hace unas “cuatro novelas” sus titulos no se editan en Cuba; antes lo hacian en tiradas pequenas, de hasta 1.500 ejemplares. Por eso se apoya en la editorial espanola Tusquets Editores, con la que dispone de mayor independencia y alcance.
Aunque la falta de distribucion oficial se atribuye a la escasez de papel, Padura senala que tambien hay poca voluntad de publicar. Los lectores cubanos acceden a su obra mediante libros enviados desde el exterior o, mayoritariamente, por copias digitales piratas.
Migrar o quedarse
Para Padura, permanecer en la isla ha sido la opcion que le permite seguir escribiendo: quedarse le permite estar cerca de la realidad que quiere retratar.
El autor sostiene que irse no es siempre la solucion y, aunque no cree que quedarse sea la respuesta para todos, para el significa poder captar y narrar las frustraciones, esperanzas, desesperaciones, anhelos, amores y odios de la gente.
Aunque la estructura politico-economica ha mostrado continuidad durante decadas, la sociedad cubana si ha cambiado: la llegada de Internet aumento el acceso a la informacion y se han flexibilizado ciertas salidas del pais para quienes tienen pasaporte valido.
Estos cambios han impulsado migraciones masivas: se estima que entre 2022 y 2024 salieron alrededor de 1,2 millones de cubanos, muchos por rutas que pasaban por Nicaragua para luego dirigirse a Estados Unidos. Con el endurecimiento de las politicas migratorias, muchos optaron por Brasil u otros destinos, atraidos por redes de compatriotas ya instalados.
En la novela un personaje sugiere que el sexo fue, en cierto modo, un “ejercicio” que ayudo a sostener la vida social del pais. Padura explica que esa naturalidad sexual es mas habitual en la cultura caribena, caracterizada por una mayor apertura en muchos aspectos de la vida cotidiana.
Segun el escritor, esa apertura se manifiesta en relaciones personales y comportamientos sexuales, y esta ligada a elementos culturales profundos como el mestizaje, el clima y las formas de entender la religion.
En Cuba, apunta Padura, un porcentaje importante de la poblacion practica religiones afrocubanas, tradiciones que no enfatizan el concepto del pecado y, por tanto, ofrecen una mayor sensacion de libertad personal.
Fuente: EFE
[Fotos: Europa Press; AP Foto/ Ramon Espinosa y EFE/ Antonio Lacerda]
