El proceso electoral subnacional en Bolivia fue convocado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y está fijado para el 22 de marzo de 2026. En esos comicios se renovarán más de 5.000 cargos —entre gobernadores, alcaldes, concejales y asambleístas regionales— en los nueve departamentos del país.
Pese a que aún no se han inscrito formalmente frentes ni candidaturas, la contienda empieza a moverse: decenas de partidos y agrupaciones políticas buscan alianzas y aspirantes para definir el escenario político del próximo periodo, tras las elecciones nacionales.
El vicepresidente Edmand Lara anunció su intención de presentar “candidatos propios” bajo una sigla que todavía no tiene personería jurídica, por lo que no descarta pactos con otras fuerzas, lo que podría tensar su relación con el Partido Demócrata Cristiano (PDC), con el que llegó al gobierno.
También reaparecen figuras que estuvieron fuera de la actividad política en los últimos años, como el exalcalde de La Paz Luis Revilla, quien en enero de 2022 se puso en la clandestinidad tras iniciársele un proceso penal por presunto sobreprecio en la compra de buses.
Revilla afirmó a su llegada a La Paz que vuelve “con las manos limpias” y que podrá presentar pruebas para demostrar su inocencia; no descartó evaluar con los militantes de Soberanía y Libertad la posibilidad de participar en estas elecciones subnacionales.
En Santa Cruz de la Sierra, la exalcaldesa Angélica Sosa —quien estuvo detenida y fue señalada en denuncias de corrupción— anunció que su agrupación, Santa Cruz Para Todos, participará en las elecciones regionales, aunque aún no confirmó si será candidata. Afirmó que su compromiso será atender las demandas de la población.
El gobernador y exlíder cívico Luis Fernando Camacho expresó su intención de buscar la reelección en el departamento de Santa Cruz, tras haber pasado más de la mitad de su mandato detenido preventivamente por acusaciones vinculadas a las movilizaciones que precedieron la renuncia de Evo Morales en 2019.
Camacho recuperó su libertad en agosto, al igual que el exlíder cívico Marco Antonio Pumari, quien enfrentaba cargos similares y anunció su postulación para la gobernación de Potosí.
El inicio de la carrera electoral augura un periodo intenso de negociaciones, diseño de estrategias territoriales y definición de candidaturas para renovar las autoridades locales en Bolivia.
Los mandatos que se definan en estas elecciones coincidirán con el del nuevo presidente Rodrigo Paz, quien ha planteado reducir el centralismo y reforzar la autonomía regional mediante un reparto de recursos denominado “50-50”, por lo que estos comicios podrían ser determinantes para una reorganización fiscal más equilibrada.
La semana pasada el TSE informó que más de 200 agrupaciones ciudadanas regionales y 14 partidos políticos están habilitados para competir y fijó el 22 de diciembre como fecha límite para la inscripción de candidaturas.
Mientras tanto, la Asamblea Legislativa Plurinacional debe nombrar nuevos vocales electorales mediante una convocatoria abierta. Las autoridades electorales actuales, que condujeron las últimas seis votaciones, concluyen su mandato el 18 de diciembre.


