Carlos Sotelo enfrenta una enfermedad que requiere un tratamiento prolongado y complejo. La condición ha implicado, además de esfuerzos médicos continuos, una carga emocional y económica para él y su entorno cercano. Ante la necesidad de costear parte del tratamiento y de mantener la atención necesaria, distintas iniciativas comunitarias se han puesto en marcha para acompañarlo y sostenerlo durante este período.
Una de las acciones principales es la realización de una rifa cuyo premio es un Fiat Uno. El vehículo está en exhibición en la concesionaria Carfan, cuyos propietarios promovieron la iniciativa con el objetivo de colaborar con Carlos. La muestra del automóvil en un lugar público busca no solo incentivar la venta de tickets, sino también visibilizar la situación y convocar a más personas a participar. Este tipo de rifas suele reunir fondos rápidamente cuando la comunidad se organiza y los comercios locales se suman como punto de encuentro y difusión.
Paralelamente a la rifa, se organizaron actividades solidarias que incluyen un partido benéfico impulsado por los hermanos de Sotelo. Estos eventos ayudan a recaudar recursos y, al mismo tiempo, fomentan la unión entre familiares, amigos y vecinos. El deporte y las reuniones comunitarias sirven como espacio de contención, donde la recaudación se combina con el apoyo emocional y la presencia activa de quienes rodean al paciente.
El acompañamiento más cercano proviene de su pareja y su hija, además de la extensa red familiar y el grupo de amigos que se han involucrado para acompañarlo en distintas etapas del tratamiento. La participación de vecinos y comerciantes locales también ha sido clave para sostener las distintas iniciativas y para mantener informada a la comunidad sobre las maneras de colaborar. Según Sotelo, ese respaldo constante resulta fundamental para sobrellevar los momentos más difíciles: “Me hace sentir acompañado, y eso me impulsa a seguir”, expresó. Con esta frase resume la importancia de la solidaridad en su proceso de recuperación.
En conjunto, las acciones reflejan cómo una comunidad puede articular recursos y apoyo humano frente a una situación de enfermedad prolongada. Las rifas, los partidos benéficos y la presencia diaria de familiares y amigos no solo contribuyen económicamente, sino que también generan un sostén emocional que influye positivamente en la motivación del paciente para continuar con el tratamiento. La experiencia de Carlos Sotelo pone de manifiesto el valor de la colaboración local en tiempos de necesidad, y cómo la participación activa de distintos actores puede marcar la diferencia en la vida de una persona afectada por una enfermedad de largo recorrido.


