Las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia sobre el futuro de Ucrania finalizaron en la madrugada del miércoles en el Kremlin tras casi cinco horas de conversaciones, sin que se lograran acuerdos sobre las zonas ocupadas en territorio ucraniano. Moscú calificó el intercambio como “útil” y “productivo”, pero destacó que persistían diferencias significativas y que es necesario seguir trabajando para acercar posiciones.
La reunión se inició la noche del martes a las 19:40, hora local (16:40 GMT), en un clima de tensión entre Rusia, Ucrania y varios países europeos. La delegación estadounidense fue encabezada por el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, quien acudió con una intérprete; también participó Jared Kushner, asesor y yerno del presidente estadounidense Donald Trump. Por la parte rusa estuvieron presentes el presidente Vladimir Putin, el asesor Yuri Ushakov y el emisario económico Kiril Dmitriev.
Al concluir el encuentro, Ushakov informó que Putin trató “la cuestión territorial” con los representantes estadounidenses y que, aunque criticó algunos puntos del plan estadounidense, respaldó la mayoría de sus propuestas. Tanto el Kremlin como la delegación norteamericana acordaron mantener en reserva los detalles de la negociación y no divulgar el contenido específico del diálogo.
Ushakov añadió que, pese a no haber acuerdos concretos, ambas partes reconocieron avances parciales y coinciden en que “queda mucho trabajo por hacer” desde Washington y Moscú para reducir las diferencias.
La reacción pública fue breve: Dmitriev describió el encuentro como “productivo” en la red social X, mientras que la agencia RIA Novosti informó que Witkoff se trasladó luego a la embajada estadounidense en Moscú sin hacer declaraciones a la prensa.
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(Con información de AFP, AP, EFE y Reuters)
