El cordón industrial del norte del Gran Buenos Aires atraviesa una fuerte crisis, y el cierre de la planta de Color Living en Pacheco es un ejemplo claro. Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) indica que entre noviembre de 2023 y agosto de 2025 cerraron casi 30 empresas por día en todo el país, y el sector maderero del norte bonaerense también se ha visto afectado.
Color Living, que fabrica y comercializa muebles de living y colchones, despidió el miércoles pasado a 40 trabajadores y comunicó que la planta pasará a funcionar como depósito. La producción se concentrará en la planta de Villa del Rosario, en Córdoba, propiedad del empresario Omar «Polo» Giardelli.
Desde la empresa señalaron que la decisión responde a una “reestructuración de costos” motivada por la caída del consumo de bienes durables y las dificultades para acceder a financiamiento por las altas tasas bancarias.
El Sindicato de Trabajadores de la Madera de la Zona Norte, mediante su secretario de Organización Diego Taborda, criticó que la empresa habría aprovechado la coyuntura económica para “bajar la persiana y negociar desde afuera con los obreros”, aprovechando la situación de vulnerabilidad propia del cierre de año.
Las 40 familias afectadas recibieron los telegramas sin aviso previo. En esos comunicados la empresa invocó el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que permite abonar solo el 50% de las indemnizaciones por causas de fuerza mayor. En la audiencia realizada en el Ministerio de Trabajo de la provincia, la firma propuso pagar el 100% de las indemnizaciones en 18 cuotas, oferta que generó rechazo entre los trabajadores y los representantes gremiales.
El delegado sindical advirtió: “Que presenten una propuesta seria si quieren negociar; de lo contrario, el Ministerio dictará la conciliación obligatoria”. Se convocó una nueva audiencia para el martes a las 10:00, aunque por ahora la reincorporación de los despedidos parece poco probable.
El cierre de Color Living evidencia la crítica situación del sector maderero en Tigre y San Fernando, donde alrededor de 400 establecimientos —aserraderos, mueblerías y carpinterías— emplean entre 2.300 y 2.600 personas. En muchas mueblerías la actividad está casi paralizada y se multiplican las suspensiones encubiertas, recortes del 30–40% del personal, retiros voluntarios y cierres imprevistos.
El sindicato advierte que en los próximos meses podrían intensificarse los conflictos laborales, y que la estrategia empresarial suele ser aplicar reducciones progresivas de personal antes de reconocer oficialmente la crisis.
