La investigación por presuntos abusos en el Servicio Penitenciario de Córdoba avanzó con la detención de ocho de las diez guardias mujeres señaladas, mientras que las autoridades buscan a las dos restantes que están prófugas. La causa se inició tras la denuncia de un interno trans alojado en el pabellón femenino del Establecimiento Penitenciario No 3, quien aseguró haber sido agredido dentro del penal de Bouwer.
Las órdenes de detención fueron dictadas por el fiscal José Mana, y la pesquisa sigue en curso para esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad individual de las implicadas. Según la denuncia, el 23 de noviembre el interno fue trasladado esposado a una sala interna donde varias guardias lo habrían golpeado. La denuncia se presentó ante Carolina Funes, jefa del Servicio Penitenciario de Córdoba, lo que motivó la apertura inmediata de una investigación interna.
Fuentes citadas por el medio cordobés CBA24N indicaron que la revisión de las cámaras de seguridad del penal fue clave para el avance de la causa, ya que las imágenes habrían corroborado la versión del denunciante y aportado pruebas objetivas al expediente. Además, se informó que las guardias involucradas tenían varios años de antigüedad en el servicio, un dato relevante para el análisis institucional del caso.
Hasta el momento, las imputaciones incluyen delitos como violencia institucional y abuso de autoridad, que podrían agravarse si se confirma una participación colectiva en la agresión. La investigación judicial continúa abierta mientras se evalúan nuevas pruebas y se define la situación procesal de las detenidas.
Enjuiciarán a la presa trans acusada de abusar sexualmente de otras reclusas
El expediente contra Gabriela Nahir Fernández, una interna trans acusada de abusos sexuales contra siete mujeres en el penal de Bouwer, será elevado a juicio. Aún no se definió el juzgado que llevará la causa ni las fechas del proceso.
La acusación, presentada por el fiscal Juan Ávila Echenique, plantea que Fernández será juzgada como probable autora de abuso sexual simple reiterado en dos hechos, en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante continuado en perjuicio de siete detenidas, agravado por el conocimiento de ser portadora de una enfermedad de transmisión sexual grave al momento de los hechos.
En uno de los episodios se la imputa por actuar junto a otras dos internas, lo que motivó la acusación contra esas mujeres como coautoras de abuso sexual con acceso carnal mediante la introducción de objetos análogos, calificado por el número de autores. Además, se incluyó una agravante por “uso de arma en grado de tentativa”.
El historial judicial de Fernández se inicia en octubre de 2016, cuando ingresó al sistema penitenciario con el nombre Gabriel. En 2017 recibió una condena de tres años por “lesiones leves calificadas y privación de la libertad calificada”. En noviembre de 2018 declaró ante la Justicia “Me autopercibo mujer”, lo que derivó en el reconocimiento oficial de su identidad de género y su traslado al pabellón femenino de Bouwer. En ese marco, rechazó imputaciones relacionadas con violencia de género, argumentando que no eran compatibles con su identidad de género actual.
Durante el cumplimiento de esa pena, en abril de 2019 fue imputada por un nuevo hecho que incluyó “privación ilegítima de la libertad, lesiones leves y amenazas”; posteriormente accedió a la libertad condicional. A fines de 2019 y nuevamente a fines de 2022 afrontó denuncias que finalmente fueron archivadas o desestimadas. En 2023 volvió a ser denunciada por hechos que incluyeron privación ilegítima de la libertad, amenazas, lesiones leves, violación de domicilio, coacción y desobediencia, lo que llevó a su detención y, en 2024, a que la Justicia dispusiera prisión preventiva.
Mientras cumplía esa medida en el anexo Sala A del Establecimiento Penitenciario No 3, se registró una denuncia por abuso contra una compañera de celda. Tras sanciones disciplinarias, las autoridades la trasladaron para proteger a la presunta víctima. Actualmente, las tres mujeres imputadas en ese episodio permanecen detenidas y Fernández se encuentra en régimen de aislamiento en el penal femenino de Bouwer.
